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La muestra 'Viajes imaginarios a la luna' es 'una broma culta que ha recibido
piezas procedentes de museos imaginarios de todo el mundo', según ha explicado
hoy en rueda de prensa el diputado de Cultura de la Diputación de Valencia,
Vicente Ferrer.
Según Ferrer 'la imaginación permite viajar más rápido, más lejos y más alto que
el más rápido de los métodos'.
'Permite acceder a lugares imposibles que están por encima de la física, al
tiempo que todos los grandes viajes han sido previamente imaginados', ha dicho
Ferrer.
Al encuentro con los medios de comunicación, también han asistido el director
del Muvim, Román de la Calle; la secretaria ejecutiva del comité organizador del
57o IAC, Esther Enjuto, y el comisario de la exposición, Pep Beltrán.
Román de la Calle ha señalado que en la exposición se da una imagen de la
historicidad de la imaginación, identificada como vehículo para viajar a la
luna.
'Tanto en los textos como en la iconografía viajera y lunar podemos constatar
que la irrupción de la tecnología marca un antes y un después'.
Román de la Calle también manfiesto que 'esta singular historia de la
imaginación colabora, ni más ni menos, que con el Congreso Internacional de
Astronáutica, ofreciendo así dos caras de la moneda, la real, no sé si demasiado
imaginaria, y la imaginaria, no sé si demasiado real'.
Por
su parte, el comisario, Pep Beltrán, hizo hincapié en la relevancia de los
objetos que configuran la exposición, porque estamos 'ante una muestra única
de auténticos objetos falsos, que se remontan incluso al helenismo selenita
instaurado por Luciano tras el hallazgo de griegos en la luna en su mítico e
imaginario viaje'.
Que podemos encontrar
La llegada al satélite terrestre en 1969 fue “un pequeño
paso del hombre, pero un gran paso para la humanidad”, transformando el sueño en
realidad, para un viaje que había sido planeado por muchos otros antes, y no
sólo por científicos.
Escritores y filósofos de prestigio, como Luciano de
Samosata, Edgar Allan Poe, Cyrano de Bergerac o Julio Verne, y otros no tan
conocidos, desde la antigua Grecia a la actualidad, que han dado rienda suelta a
su imaginación y han inventado rutas, vehículos, instrumentos y situaciones en
las que alcanzar el satélite. Todo vale para llegar a la Luna.
Estos autores consiguen hacer volar la imaginación de sus
lectores más allá de la atmósfera terrestre, hasta la Luna. Serán ellos, y otros
muchos narradores no tan conocidos, los protagonistas de la exposición del MuVIM,
“Viajes imaginarios a la Luna”.
Planes, teorías, esperanzas y mucha imaginación se mezclan
desde el principio de la historia y llenan los libros de estos viajes desde
todos los puntos del planeta Tierra, en los que se emplean veleros espaciales o
bandadas de patos entrenados para el viaje, pasando por proyectiles balísticos o
materiales anti- gravitatorios.
Hay constancia de hasta veinticinco de las expediciones de
aventureros, visionarios y mentirosos, con orígenes también muy diversos: De
Rusia a Persia, Dinamarca, Italia, Francia o España, cada uno ofrece su peculiar
visión de la Luna en libros como “Los Chanclos de la suerte” de Andersen,
“Pinocho en la Luna” de Bartolozzi, “Viaje a la Luna”, de Julio Verne, “Los
aventureros del espacio”, “Una extraña historia de amor en la Luna”...
Algunos de estos relatos de época se exhiben en el MuVIM,
acompañados por ilustraciones, realizadas para esta muestra, con los momentos
culminantes de las expediciones imaginarias.
En la muestra también se incluyen carteles y fotografías de
cine de las versiones más interesantes que han tratado el tema, e incluso,
objetos personales de los expedicionarios, que nos demuestran cómo se realizó el
viaje y su estancia en la Luna.
Monedas, piedras de cavorita en burto, útiles de baño para
viajar a la Luna, moscas siderales, zuecos de la felicidad, larvas lunares y
hasta el mismísimo proyectil balístico utilizado por Barbicane para su viaje,
serán algunos de los objetos de la muestra. |