Guillem Alsina - La respuesta es simple: ha pasado siempre, aunque parece que en menor medida.
Ya en fecha tan lejana como 1995, y por citar solo un ejemplo, la
multinacional Apple -por otra parte sobradamente conocida por la buena calidad
de sus
productos- sufrió en sus carnes el "síndrome de la batería explosiva" que
disminuyó las ventas de su PowerBook 190.
Los recientes casos de anuncios por parte de grandes compañías de cambios
masivos de baterías defectuosas como han sido los de Toshiba y el aún más
espectacular de Dell (por el gran número de usuarios afectados y su dispersión
geográfica por América y Europa, ya que normalmente estos casos solamente
afectan a una región en concreto) han lanzado al centro de la palestra a las
baterías de computadoras portátiles. Muchos hemos podido ver espectaculares
imágenes de portátiles encendidos en un vivo fuego, o incluso el caso de quien
quemó a propósito su viejo iBook argumentando la combustión espontánea de la
batería para que le dieran un nuevo MacBook basado en procesador Intel.
Este último "listillo" cometió un error grave: quemó el exterior del portátil
pero no la batería en sí...
Hay diversos tipos de baterías, pero tal vez la más común sea la de Ión-Litio
(Li-Ion), que equipa a buena parte de los equipos portátiles. Estas pueden
romperse, explotar o prenderse espontáneamente cuando son expuestas a altas
temperaturas o directamente a la luz solar de forma prolongada (lo que aumenta
su temperatura), lo que nos lleva a la conclusión de que una primera medida de
seguridad es mantener el portátil siempre fresco. Hay que vigilar también no
tapar accidentalmente las ranuras de ventilación del equipo con el que
trabajamos.
Los cortocircuitos son la causa más común de combustión o explosión de este
tipo de baterías, por lo que no deben ser nunca manipuladas indebidamente, por
ejemplo abriéndolas y manipulando su interior.
En los casos antes mencionados de Dell y Toshiba, el problema de las baterías
defectuosas consistía en una contaminación por partículas de metal de los
componentes internos de la batería, lo que redundaba en un aumento de la
temperatura interna y, finalmente, su explosión en casos extremos.
Poca cosa podemos hacer para evitar los defectos de fábrica en estos casos,
pero cuando compramos una computadora portátil nueva, podemos empezar
controlando la temperatura de la batería durante los primeros días. Esto puede
hacerse muchas veces mediante el uso de una utilidad específica existente en la
BIOS de nuestra máquina o con un software apropiado.