Redacción - Con la compra de YouTube, el buscador ha conseguido
convertirse en la primera propiedad de la red. Su audiencia supera ya a los
portales históricos que durante años han comandado internet y afianza su
posición en el mercado.
Google atrae también a esa nueva generación de internautas que se mueve fuera
de los canales tradicionales y que han hecho de las redes sociales (Myspace,
Spaces de MSN) su "segunda casa".
Finalmente se hace con un portal que ha mantenido ratios de crecimiento del
300% en este último año y cuya audiencia sigue aumentando sin parar.
Con estos datos en la mano queda claro que la compra fue un buen negocio y
que el buscador aprovecho adecuadamente la oportunidad que se le presentaba para
conseguir una ventaja muy importante sobre sus competidores.
Demandas
Una de las grandes ventajas de Youtube es que a pesar de ser un portal de
contenidos la compañía no produce ninguno sino que estos son aportados por los
propios usuarios. La compañía se limita a mejorar la tecnología y la
infraestructura necesaria para servir los miles de videos que descargan los
visitantes.
Los primeros videos subidos a YouTube eran de "producción propia". Los
usuarios encontraron un excelente lugar para subir sus creaciones tomadas con el
teléfono móvil o cámaras caseras. No faltaban tampoco aquellos usuarios que
colgaban en Youtube los videos de sus viajes enlazándolos desde su weblog.
Con el éxito llego la polémica. Conforme avanzaba su popularidad, los
usuarios descubrieron que el portal era un excelente lugar para "colgar" clips
humorísticos de programas televisivos, películas y también conciertos de grupos
musicales provocando la ira de los grupos multimedia: discográficas, cadenas
televisivas y productoras cinematográficas.
Los primeros rumores sobre una posible venta del portal se entrecruzaban con
otros sobre amenazas de los grupos multimedia lo que provoco la "huida" de los
primeros inversores interesados. Aún estaba fresca en la memoria la
"experiencia" de Bertelsmann con Napster y el elevado coste que supuso para la
discográfica tanto la inversión como las indemnizaciones que tuvo que afrontar
para "salirse" del conflicto legal en el que se había metido.
Precisamente unos días antes del anuncio de compra, el multimillonario
Mark Cuban alertaba de los problemas que podrían derivarse al
tomar una posición en el portal de videos.
Google también era consciente de esta situación. El buscador
presionado por sus socios de Sequoia Capital exigía que Youtube "arreglase" sus
problemas antes de anunciar oficialmente la operación. Durante la mañana el
portal firmaba un acuerdo con Sony, BMG y Universal y por la tarde se anunciaba
oficialmente el acuerdo entre YouTube y Google.
Peor el remedio que la enfermedad
Todo parecia solucionado hasta que empezaron a divulgarse las contrapartidas
del acuerdo. Otros afectados tambien querian parte del pastel que se empeñaban
en repartirse los tres grandes grupos multimedia.
No tardaron en llamar a la puerta Viacom, Time Warner, News Corp. (Fox),
grupos locales y otros colectivos que se sentían afectados por los videos que
podían encontrarse en el portal. Entre los más importantes podríamos destacar a
la asociación japonesa de cadenas televisivas o las ligas profesionales de
fútbol de Alemania y el Reino Unido, entre otros.
Eric Schmidt, y otros
directivos ya se han reunido con CBS, Viacom, Time Warner, NBC Universal, News Corp
y otros para ofrecerles decenas de millones de dólares a cambio de que permitan
la difusión legal de sus contenidos en You Tube.
El buscador dispone de un multimillonario inventario de espacios
publicitarios que pueden ser un excelente arma de negociación con los grupos
multimedia que buscan atraer a nuevos usuarios y aumentar su audiencia en la
red.
Y Google parece dispuesto a pagar con "anuncios" el dinero que le exigen
aquellos que se sienten perjudicados. El problema radica que no todos desean un
pago en especies. Conocen la excelente salud financiera del buscador y buscan
que este sacuda sus arcas y ofrezca una parte significativa en efectivo.
¿Mal negocio?. Dependerá de como Google sepa sortear estas amenazas y de si
consigue imponer unos acuerdos que no vacíen sus arcas. Pagar en anuncios y
compartir los ingresos de los anuncios en los que el contenido protegido este
publicado es una excelente solución para los grupos multimedia aunque no todos
parecen comprenderlo.
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