Las personas condenadas por manejar en estado de ebriedad deberán instalar alcoholímetros conectados a los sistemas de encendido de sus autos, de acuerdo con una ley que rige en seis estados desde el día de Año Nuevo.
El dispositivo impide encender el motor del auto antes de que el conductor sople en el detector de alcohol para demostrar su sobriedad. El chofer debe someterse al análisis periódicamente mientras el auto está en marcha.
Alaska, Colorado, Illinois, Nebraska y el estado de Washington obligan a instalarlo a todos los que sufren su primera condena por manejar borrachos. Carolina del Sur lo requiere para los reincidentes.
El artefacto cuesta 80 dólares por la instalación, más 80 dólares mensuales de renta y 30 dólares mensuales de impuesto estatal. En total, son 110 dólares cada 30 días.
“Es increíblemente molesto. Pero la alternativa a esa molestia es la muerte”, dijo David Malham, dirigente local de la organización Madres Contra Conductores Ebrios, que promueve el artefacto en todo el país.
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