Problemas entre el promotor de la iniciativa, Michael Arrington, y el fabricante del equipo, ponen fin al proyecto del primer “tablet” creado desde la red.
El proyecto del fundador de TechCrunch, Michael Arrington, de un nuevo tablet Internet quedará en nada. Según explica este en su blog, los fabricantes decidieron ir por su cuenta y abondonar la empresa conjunta que habían creado con Arrington para desarrollar y comercializar el tablet, conocido como “Crunchpad”.
Unas 3000 unidades de este dispositivo deberían haber llegado el pasado 20 de noviembre pero no fue así debido a que los fabricantes decidieron comercializar de manera independiente el producto. Arrington, un gurú de los nuevos negocios online, no se ha tomado nada bien esta ruptura y está dispuesto a evitar que ni uno solo de los aparatos lleguen a las tiendas.
Esto es equivalente a que Foxconn, que hace el iPhone, notificara a Apple un par de días antes del lanzamiento que van a seguir adelante y vender el iPhone directamente sin involucrar a Apple”, explica Arrington a través de una nota en TechCrunch.
Pero el problema legal que impedirá que el CrunchPad vea la luz, es que ninguno de los dos posee los derechos de propiedad intelectual del dispositivo, sino que la empresa que surgió de esta unión. “Por lo que es legalmente imposible para ellos simplemente construir y vender el dispositivo sin nuestro consentimiento”, agrega Arrington.
“Más que nada estoy triste. Nunca vi al CrunchPad como un gran negocio. Sólo quería un computador tablet que pudiera usar para Internet mientras estaba sentado en un sillón. Siempre presioné por el código abierto en todas las partes del proyecto”, explica Arrington.
El CrunchPad es básicamente un una gran pantalla táctil de 12 pulgadas que tiene acceso a Internet, y que funcionaría potencialmente con sistemas operativos abiertos como el propuesto por Google, Chrome OS. Es similar a lo que se rumorea que Apple quiere lanzar, un tablet que sería como un iPod Touch gigante, pero que hasta ahora se mantiene solo como un rumor.
Otros dispositivos, aunque con menor tamaño de pantalla, ya se encuentran disponibles en el mercado, como el Archos 9 o Archos 5 o el fabricado por Toshiba, con pantalla de 7 pulgadas.
Y no serán los únicos, quizás este sea el motivo por el que el fabricante se negó a seguir esperando cumpliendo con los plazos que Arrington se había marcado (unas pocas unidades antes de Navidad y luego para el 2010 el resto) y lanzar el mercado el dispositivo antes que nuevos competidores saquen sus productos.
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Una pena que se hayan peleado cuando estaban a punto de empezar a fabricarlo. Y por lo que me ha parecido entender, todo ha sido por las ansias de riqueza del fabricante que ha querido ir por su cuenta una vez acabado todo el trabajo de desarrollo.