Motorola ha hecho de Android su gran apuesta para el futuro. Lenovo, Sony-Ericsson y HTC, también grandes valedores del sistema operativo desarrollado por Google miran hacía otra parte cada vez que Google critica a la administración china. Nadie (ni la propia Google) quiere perder la oportunidad de sacar tajada del inmenso crecimiento que está experimentando China en la adopción de las tecnologías de la información.
Guillem Alsina ([email protected]) – Los grandes fabricantes de teléfonos móviles que utilizan Android para sus desarrollos no van a secundar ningún movimiento de Google en el sentido de abandonar el mercado del gigantesco país asiático y, de hecho, en algún caso ya están buscando alternativas por lo que pudiera ser.
Es el caso de Motorola, que ha firmado un acuerdo con Baidu para que este motor de búsquedas o, eventualmente, otros de la competencia de Google, sean los instalados por defecto en sus terminales equipados con Android. De esta forma, el fabricante norteamericano busca distanciarse de una imagen de dependencia de la multinacional del buscador, dejando bien claro que lo que haga Google no afectará a sus operaciones en China.
Esta disociación de los servicios respecto a la plataforma es posible gracias a que, pese a ser productos de una misma empresa, Android es código abierto, por lo que es posible realizar sobre él tantas manipulaciones como se crean convenientes, cambiando los proveedores de servicios y añadiendo o eliminando programas.
Motorola se asegura de esta forma el público chino en un momento delicado, ya que la compañía norteamericana se está recuperando tras un periodo muy duro en el que las preferencias del público se han girado hacia otros fabricantes como Apple, HTC o RIM (BlackBerry).
Esta compañía incluso ha dado a conocer el próximo lanzamiento de una tienda y repositorio de aplicaciones alternativa a la oficial de Google, con lo cual su desmarque de la compañía del buscador es total.
Por su parte, Sony-Ericsson y Lenovo han afirmado que no retrasarán los lanzamientos de nuevos terminales basados en Android que tenían previstos para el mercado chino.
De esta forma, la multinacional norteamericana se encuentra sola ante el gigante chino en su postura. Con el paso de los días, y según ya dejé patente en mi blog, estoy convencido que los argumentos económicos pesarán mucho más que cualquier otro, por lo que Google va a acabar rindiéndose y, cabizbajo, pasará nuevamente bajo el yugo impuesto por el gobierno chino. Y es que un mercado con más de mil millones de potenciales clientes es mucho mercado para dejarlo escapar así como así.
La cotización de Google en el Nasdaq continua resintiéndose de el cariz que han tomado estos acontecimientos, mientras que la de su rival en China, Baidu, experimenta una bajada después de los iniciales momentos de euforia. Google deberá jugar bien sus cartas para reconducir una situación que se ha vuelto muy delicada para esta multinacional en términos económicos.
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