Hace 15 años llegó el formato de audio MP3 que revolucionó la industria musical y provocó grandes cambios en la forma de escuchar música. Para las discográficas fue un gran golpe por la descarga gratuita de música.
Su éxito se puede apreciar en millones de personas que caminan por las calles de todo el mundo, mientras escuchan música en pequeños reproductores.
La técnica de compresión del MP3 se estandarizó en 1992, pero logró popularidad en 1995. Su carta de presentación: requerir de poco espacio en memoria para ser almacenado.
Su llegada originó un rápido desarrollo de aparatos de reproducción musical cada vez más pequeños y prácticos.
El nuevo formato no fue bien recibido en gran parte del negocio musical, ya que su ligero tamaño permite que miles de usuarios puedan descargar grandes cantidades de archivos de música online sin autorización y gratis.
El famoso formato de audio es capaz de comprimir cualquier sonido digitalizado y conservar gran parte de la calidad de la fuente original.
Una de las grandes ventajas es que el MP3 puede escucharse en todos los reproductores musicales.
El alemán Karlheinz Brandenburg, uno de sus creadores, afirmó que ese es el motivo que “garantiza su existencia para los próximos 10 años”.
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