Esta mañana en San Francisco (tarde/noche, en España), Apple volvía a convertirse en el centro de todas las miradas del mundo tecnológico. Todos esperaban un nuevo iPad y la compañía de la manzana, no defraudo.
Oriol Cortés – Poco importaba que al otro lado del mundo, en Alemania, se celebrase CEBIT, hoy la capitalidad TECH volvia a estar de nuevo en San Francisco, representado por su embajador más importante: Apple.
Hay quien dice que desde que Jobs volvió a la compañía, Apple se encuentra agraciada por la mano de la suerte. Jobs consiguió lo que parecía imposible: reinventar el mundo de los equipos de sobremesa con el iMac, crear un millonario ecosistema alrededor de un “reproductor MP3” que bautizo como iPod, arrinconar a las todopoderosas Nokia y Motorola con el iPhone y crear de la nada un nuevo producto que en los últimos dos años ha revolucionado el mundo tecnológico, el iPad. Y es que, como justamente señalaba Tim Cook al principio de la keynote, Apple creó de la nada un nicho de mercado que antes no existía.
Es cierto, hay que darles la razón a los críticos de Apple: la compañía de la manzana no invento las tabletas, como tampoco el MP3 ni los smartphones, pero en todos estos productos supo darles ese toque especial, combinación de diseño-tecnología y estilo de vida que los convirtieron en elementos imprescindibles para todos aquellos que quieren estar a la última en las nuevas tendencias.
Y los hechos hablan por si solos. Si las ventas de iPods, iPhones suman decenas de millones, el iPad, salvando las diferencias, va por el mismo camino. Tan sólo remarcar un dato: En tan sólo dos años, Apple ha vendido 55 millones de iPads y en 2011 vendió más iPads que el total de ordenadores de HP.
Durante este tiempo han surgido muchos competidores pero ninguno ha sido capaz de hacerle sombra. El iPad sigue siendo el Rey y la referencia absoluta a seguir. Y en Apple lo saben. Y esa es la razón por la que los esfuerzos en la tercera generación del dispositivo han ido más centrados en mejorar su hardware (y ofrecer una mayor experiencia al usuario) que en presentar revolucionarias funcionalidades.
Con el iPad nos encontramos con la misma situación que pasó con el iPhone. El iPhone 3G era la referencia absoluta y, en su siguiente edición, Apple decidió mantener su icónico diseño mejorando su potencia. No fueron pocos los que criticaron esa decisión, el paso del tiempo ha demostrado las infundadas que eran estas criticas y la obligación que tenia Apple de mejorar el dispositivo antes de dar un nuevo salto en el tiempo.
Con el iPad puede ser que suceda lo mismo, pero las quejas no tienen razón de ser y el tiempo volverá a demostrar que la gente de Apple sabe marcar el timming adecuadamente. Sobretodo cuando el máximo rival del nuevo iPad es su antecesor el iPad2 (que se venderá a precios más económicos) y que aún no existe rival que pueda plantar cara al iPad original.
Desde mi punto de vista, el nuevo iPad, es todo un acierto por parte de Apple. Sin rival con quién competir de tú a tú, Apple ha preferido dotar a su dispositivo actual de anabolizantes: Es más potente que el anterior (con un chipset gráfico quad-core), dispone de la mejor pantalla que podemos disfrutar ahora mismo en un dispositivo móvil, mejora la cámara y es capaz de grabar en 1080 y, además, es compatible con las redes 4G LTE. El nuevo iPad es tan potente, que el Presidente de Epic Games ha señalado que el nuevo iPad tiene más potencia gráfica y definición que las actuales Xbox 360 y PS3.
Con un mercado aún inmaduro pero que sigue demostrando un enorme potencial de crecimiento la decisión de Apple es lógica. Incluso el actual líder del mercado Android ha decidido posponer la actualización de su terminal bandera para más adelante…. quizás para septiembre cuando Apple vuelva a convocar a la prensa para anunciar el nuevo sucesor del iPhone y donde si esperamos ver un terminal revolucionario.
Hoy la mejora del iPad2 es una decisión consecuente y lógica. Tiempo habrá para nuevas innovaciones, como hacer el dispositivo aún más delgado, con una potencia igual o superior al de un equipo de sobremesa o como ya apuntan los rumores para el 2013, la fusión entre el Macbook Air y el iPad en un nuevo dispositivo ultramóvil y portátil. Habremos de esperar un año y durante este tiempo, los competidores deberán hacer muy bien su trabajo, porque sin competencia no hay innovación y lo peor que podría pasarle a Apple, y no lo olvidemos a los consumidores, es que se durmiera en los laureles.