Consumidores y empresas de internet, que temían que las leyes propuestas socavaran las libertades en la red, ganaron una batalla por posponer de forma indefinida los proyectos de ley tras realizar una protesta online sin precedentes.
Wales dijo creer que el modelo de negocio actual de las empresas mediáticas, que dependen de la estricta protección de los derechos concedidos por territorio, se derrumbará.
Pero indicó que no espera que la enciclopedia online, escrita y editada por voluntarios y que tiene unos 365 millones de lectores en todo el mundo, participe en nuevas campañas políticas.
‘De verdad que no queremos convertirnos en una fuerza de presión política de ninguna clase y esperamos que no tengamos que volver a hacer esto nunca más’, dijo en una conferencia sobre medios digitales del Financial Times en Londres.
‘Dado que tenemos esta posición muy fuerte de neutralidad (…) de verdad no vamos a participar en el activismo político en general. Simplemente no sería lo adecuado para nosotros hoy’, añadió.
La derrota de las leyes antipiratería SOPA y PIPA fue celebrada como un triunfo del poder de la gente, así como de Silicon Valley, después de que decenas de miles de personas firmaran peticiones en Internet y añadieran imágenes con las palabras ‘Parad SOPA’ en sus perfiles de Facebook y Twitter.
‘Ahora estamos en una era en la que el público general tiene una voz como no había tenido nunca antes’, afirmó Wales.