Por Angel Cortés

Jorge Boso ha dado en el clavo: Son, como siempre,  los estadounidenses los culpables de que las últimas producciones no hayan encajado entre el publico televidente español.

Por supuesto, los críticos también deben estar comprados por el oro americano cuando en los últimos meses han venido alertando sobre la falta de calidad, en todos sus aspectos, de producciones en las que las cadenas habían depositado sus expectativas.

Y es que nunca, la producción española había tenido las puertas tan abiertas de la TV y no han sabido aprovechar la ocasión. No busquemos los culpables fuera, cuando todos sabemos que un mal guión y una producción racana no pueden competir con las series estadounidenses.

Un claro ejemplo es Código Fuego, una serie que apestaba a cartón piedra, mientras los espectadores disfrutaban con la cuidada producción de CSI.

Sin embargo, la crisis no afecta a todas las cadenas por igual. TV3, la cadena autonómica catalana, sigue apoyándose en series de producción local en el prime time y estas obtienen un notable éxito de audiencia.

Quizás, las grandes productoras españolas deberian bajar de su pedestal, olvidarse de los grandes éxitos de su pasado y retomar aquel "espiritú" que les permitió ir ganandose la confianza de los espectadores. Y más, en un momento, cuando ya empieza a ponerse de moda, la típica frase que tan nefastamente condeno al cine español a las peores salas de la geografía española.."es española".

De las productoras, artistias y cadenas depende. El telespectador tiene el poder en sus manos y se llama mando a distancia