Qué calidad HAY en Internet
La calidad de la información sobre salud en Internet, considerada
globalmente, es mala. Los estudios basados en motores de búsqueda destacan la
poca utilidad y eficacia de los mismos, pues sólo el 7 al 20% de los resultados
de la búsqueda que aparecen en un lugar destacado conducen a información
relevante. Tampoco se cumplen los criterios de calidad (el autor apenas aparece
en la mitad de las páginas sobre salud). Incluso los sitios más populares no
cumplen los criterios de calidad esenciales (1).
Los estudios que comparan la calidad de las páginas con guías de práctica
clínica o de consenso, basadas en la evidencia, confirman que la mitad de las
páginas no contemplan los aspectos esenciales. En la literatura se han descrito
al menos 3 casos de lesiones y muerte por información obtenida en Internet.
También cuando se utilizan motores de búsqueda genéricos (Google, Altavista,
Yahoo), algunas cifras adicionales encontradas en la literatura médica son:
- El 3 % de los enlaces no funcionan.
- Un ejemplo de situación específica: El cáncer de mama: Sólo el 25% de las
páginas analizadas tienen la calidad mínima exigible.
- Se identifica información de inexactitudes, e incluso información
contradictoria o al menos poco convencional, hasta en el 50%, sobre todo en
temas como dermatología o psiquiatría.
Tampoco las web especializadas que hacen selección de páginas de medicina
(Medical Matrix, HealthAtoZ,e tc.), son una solución totalmente fiable, pues
éstas no se ponen de acuerdo en cuáles son las mejores páginas.
Las webs más fiables son las científicas (sociedades médicas profesionales,
revistas o editoriales del sector, etc.), seguidas de las institucionales
(hospitales, universidades). En temas como psiquiatría, 2/3 de las páginas
encontradas tienen interesas comerciales y coincide con las páginas de peor
calidad.
Las páginas de salud no están adaptadas a la audiencia prevista, pues más de
85% requieren al menos estudios secundarios para entenderlas.
Se han dado casos de muertes y daños graves atribuibles a información
recogida en Internet. La literatura médica recoge 3 casos de intoxicaciones
mortales por mal uso de sustancias comprobadas o elaboradas con instrucciones
recogidas en Internet.
Si analizamos la evolución a lo largo de los 5 últimos años, se sacan dos
conclusiones: a) hay una tendencia a la mejora de la calidad en las páginas
dedicadas a salud. b) Más del 50% de las webs sobre salud han desaparecido.
Sistemas de ACREDITACIÓN
Dado que la situación actual no es satisfactoria, parece necesario buscar
mecanismos para intentar aumentar la calidad de la información sobre Salud en
Internet. Una de las soluciones propuestas es el desarrollo de sistemas de
acreditación. Muchos de los sistemas de acreditación existentes se basan en el
desarrollo de un código de conducta (o criterios de calidad) y un mecanismo para
verificar la identidad de la página web acreditada.
Hay pues, criterios de calidad específicos para desarrollar páginas web sobre
salud. Algunos códigos son muy conocidos, como los de la fundación suiza "Health
on the Net", los de la Asociación de Médicos Americanos (AMA) o, en nuestro
país, los del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona.
"Una de las soluciones propuestas para intentar aumentar
la calidad de la información sobre Salud en Internet es el desarrollo de
sistemas de acreditación" |
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En los 16 sistemas de acreditación que analiza el informe SEIS, hay criterios en
los que todos los profesionales de la salud y los usuarios implicados consideran
imprescindibles, como:
- Identificación completa del sitio web ("quién está detrás"), avisar de
posibles intereses comerciales o conflictos de interés.
- Identificación y filiación de los autores de la información sobre salud y de
las fuentes de donde se hayan sacado los datos allí publicados.
- El contenido debe estar actualizado, vigente.
- Los responsables (médicos, enfermeros, psicólogos) deben estar titulados para
ejercer la profesión en el país donde publica esa información.
- Es esencial mantener la confidencialidad y seguridad de los datos médicos.
En resumen, la mayor parte de los sistemas de acreditación contemplan los
mismos principios de honestidad, privacidad, confidencialidad, etc. que deben
ser adaptadas a cada situación (profesión) concreta. Pero los códigos de
conducta no son suficientes y es conveniente encontrar mecanismos para confirmar
el cumplimiento de los criterios de calidad (terceros, herramientas, filtros).
En el proceso de acreditación debe participar el profesional de la salud
activamente (a través de sociedades, colegios profesionales, etc.). La
valoración de las páginas web debe basarse en sistemas objetivos, incluso
algunos apartados podrían automatizarse, y es posible que el estudio por
organizaciones independientes sea un buen mecanismo. Por último, los sistemas de
búsqueda siguen siendo necesarios, por lo que hay que conseguir una mejor
selección de las páginas obtenidas.
Otra posible solución es la creación de directorios de páginas web de gran
calidad o "certificadas" por sociedades científicas y colegios profesionales y
respaldadas por instituciones públicas (OMS, Ministerio de Salud, Consejerías,
etc.). En todo caso, la solución no pasa por una regulación o censura específica
por parte de las autoridades centrales o locales, sino por la información y
educación de usuarios y profesionales de la salud sobre los criterios de calidad
mínimos exigibles, como los mencionados.
"El 53,7% de los pacientes consideran que la información
que reciben de sus médicos es insuficiente" |
Logo de la SEIS |
El profesional como CONSUMIDOR
Los médicos utilizan Internet muy a menudo, sobre todo para buscar
información científica. Es conveniente considerar criterios de calidad
específicos para cada uno de los sistemas disponibles en Internet. Así, en las
bases de datos bibliográficas, es conveniente el enlace y las búsquedas
simultáneas en múltiples bases de datos, la utilización de metadatos, la
inclusión de criterios de productividad que orienten a los investigadores y
encontrar una fusión entre calidad (según los criterios antes examinados) y
evidencia científica.
En el caso de la educación o la formación continuada, por ejemplo, es
esencial una indicación clara del destinatario, la adaptación del contenido a la
evidencia científica existente y una adaptación al sistema oficial de
acreditación de cada comunidad o país. La interconsulta entre profesionales,
considerada como un nivel bajo de evidencia científica, tiene la ventaja de
poder centrarse en un problema concreto. Las herramientas o calculadoras
clínicas no sólo deben indicar quién es el autor sino cómo funciona y en qué
conocimiento están basadas
El profesional como PROVEEDOR
La actuación profesional en Internet ha de seguir los mismos criterios
legales (en cuanto a titulación, acreditación, etc.) que en otros aspectos
profesionales. El uso de Internet (páginas web o correo electrónico) para
consultas médicas ha sido analizado por algunas instituciones oficiales, y
exponemos aquí sus recomendaciones (existencia de relación médico-paciente
previa, evitar el anonimato, etc.). Los hospitales o los profesionales que
publican información deben comprobar que ésta es fácilmente accesible para los
posibles destinatarios. El profesional que participa en el proceso de revisión
de contenidos debe seguir los mismos criterios objetivos que en las revistas
científicas.
"Internet no repercute negativamente en la relación
médico-paciente, sino que es una fuente complementaria para las dos partes"
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Repercusión de Internet en la relación médico-paciente
Las encuestas basadas en pacientes de cáncer, una patología en la que los
pacientes son especialmente activos en la búsqueda de información en Internet,
revelan las siguientes cifras:
· El 60% de los pacientes acceden a Internet habitualmente.
· El 53,7% de los pacientes consideran que la información que reciben de sus
médicos es insuficiente.
· En general, los usuarios están satisfechos con la información encontrada, pero
un 20% aseguran que el consejo recibido del médico en la consulta contradice la
información obtenida en Internet. Y un 6,3% rechazan el tratamiento recomendado
por el médico como consecuencia de su búsqueda personal de información
· El 37% de los pacientes comentan la información encontrada sobre salud con un
profesional de la salud.
· Una encuesta realizada en Canadá, reveló que si tuvieran que elegir, la gran
mayoría de los pacientes (un 83%) citan al médico como su principal fuente de
información, aunque hay un 7% que seleccionan Internet.
· El impacto de Internet sobre la relación médico-enfermo, en general, es
positivo y un 90% de los pacientes afirma que el médico está dispuesto a
estudiar con ellos la información obtenida en Internet.
· ¿Y qué opinan los médicos? También ellos consideran que el impacto de Internet
es positivo y no va a sustituir a la relación médico-enfermo como la conocemos
hay día, sino que la mejora. De hecho, el 60% de los médicos opina que "conforme
aumenta la cantidad de información que puede compartir con el paciente, aumenta
la relación de confianza".
· Los profesionales de la salud (60%) desean tomar un papel activo en la
educación de los ciudadanos en la búsqueda información de salud en Internet,
pues el 90% de los médicos creen que actualmente es difícil para pacientes
interpretar con precisión la información médica de los medios de comunicación y
de Internet.
Por lo tanto, Internet no repercute negativamente en la relación
médico-paciente, sino que es una fuente complementaria para las dos partes, que
deben compartir conocimientos, y el médico debe ayudar al paciente a localizar
información rigurosa y clara.
Conclusiones
Desde el punto de vista profesional, la calidad de la información sobre salud
en Internet es mala. Es posible mejorarla si llegamos a un consenso sobre unos
criterios básicos de calidad, los cuales deben proteger o rodear un contenido
que debe estar basado en la evidencia.
Es conveniente crear unos mecanismos generales de confirmación de calidad y
otros mecanismos específicos para cada situación (bases de datos bibliográficas,
formación continuada, etc.). En el caso de la consulta médica online, sobre todo
en aspectos relacionados con el diagnóstico y el tratamiento, son necesarias
unas normas y recomendaciones muy específicas.
El médico debe ayudar a sus pacientes a encontrar información útil en
Internet. Algunos consejos que el médico puede ofrecer a sus pacientes son:
o Si es sorprendente, probablemente no es fiable.
o Popularidad no es sinónimo de calidad
o Valore la fuente: además de estar reflejada, compruebe que sea de confianza.
o Verifique la fecha de cualquier dato relevante. Si es de más de 6 meses puede
no estar actualizado.
o En vez de buscadores genéricos, use webs fiables realizadas por médicos.
o Ante la duda, contacte con el responsable de la web y siempre comparta con su
médico una copia impresa de la información.
o Instrúyase, aprenda a discriminar y a ser un consumidor del sistema sanitario
informado.
Marcial García Rojo *.- Doctor en
Medicina y Cirugía. Servicio de Anatomía Patológica del Complejo Hospitalario de
Ciudad Real. Vocal de Castilla La Mancha de la Junta Directiva de la Sociedad
Española de Informática de la Salud (SEIS).
Enlaces:
En la primera parte de este capítulo del informe se revisan los criterios de
calidad que contemplan los principales códigos de conducta o sistemas de
acreditación en salud. Se han agrupado en seis apartados:
1. Dónde se publica (intereses económicos)
2. Cuándo se crea y se publica
3. Quién es el autor y la fuente
4. Pertinencia y RIGOR (incluida la revisión)
5. Facilidad de acceso e interactividad
6. Ética y legislación.
Los puntos 1, 5 y 6 aportan información de contexto, pero los criterios que
más valora el profesional son la actualidad, la fuente y el rigor científico, es
decir, la evidencia científica que apoya cada una de las afirmaciones de la
página web