Pablo Ruisánchez
En concreto la demanda afecta a dos estudiantes del Instituto Politécnico
Rensselaer y a otros dos universitarios de la Princeton University y
la Michigan Technological University.
El comunicado emitido por la asociación describió los sistemas de intercambio
que utilizaban –sólo estaban abiertos al uso de las intranets universitarias-
como mini versiones de Napster, el software y la idea que impulsó el desarrollo
del intercambio de ficheros musicales.
Las cuatro redes afectadas ofrecían un total de 2,5 millones de piezas. La
demanda pide el pago del máximo legal por este tipo de violación legal, que en
estos casos alcanza los 150.000 dólares por copyright infringido.
RIAA y Napster
Debemos recordar que la RIAA, desde hace dos años, intenta veladamente imponer
una cultura del miedo entre los internautas que empezó a atacar a Napster, a
finales del 99 y princpios del 2000.
Tampoco ha escatimado esfuerzos con las compañías. El mes pasado la asociación
envió 300 cartas a diversas empresas y universidades de todo el mundo
denunciando tener evidencias explícitas de intercambios ilegales de piezas
musicales entre sus trabajadores y avisaba de las consecuencias legales que ello
les podría reportar.
La RIAA ha utilizado activamente la justicia –una justicia que cuando condenó a
Napster condenó a los 60 millones de usuarios que la utilizaban en aquel
momento- para atacar al intercambio libre de piezas. Del mismo modo argumenta
que la causa de las caídas de ventas en 2002 –del 9 por ciento- esta causada por
estos sistemas peer-to-peer. Pero estudios hay para todos los gustos sobre el
tema. Nadie ha conseguido demostrar ese vínculo.
La RIAA representa a las grandes compañías musicales del mundo entero, entre las
que destacan Vivendi Universal, Sony, AOL Time Warner, EMI Group y
Bertelsmann.