Agencias - España no ha pasado aún del aula
informática al aula informatizada. Esta fue una de las conclusiones del II
Congreso Internacional de Educared celebrado en Madrid la semana pasada, en
donde más de 2.000 profesionales de la educación debatieron temas como el perfil
del docente en el nuevo entorno tecnológico, la creación de nuevos contenidos y
métodos para el uso pedagógico de Internet y el papel de los padres frente a las
nuevas tecnologías.
Los avances están permitiendo que España se vaya acercando a la media
comunitaria en algunos aspectos. Así, existen 7,2 ordenadores por cada 100
alumnos, mientras que la media de la Unión Europea (UE) es de 8,6. En cuanto a
las conexiones a Internet en los centros docentes de Primaria, hay 2,6
ordenadores con acceso a la Red por cada 100 estudiantes.
En la etapa educativa de Secundaria queda todavía un largo camino por recorrer,
ya que la media europea (6,5) casi dobla a la española (3,6). Además, si
comparamos nuestra situación con la de los países más avanzados, las diferencias
son notables: en Dinamarca hay 30,6 ordenadores por cada 100 alumnos, en
Finlandia 38,4 y en Luxemburgo 32,2.
No obstante, los expertos reunidos en el Congreso pusieron de manifiesto que la
solución no se basa únicamente en la dotación de ordenadores en los centros y el
incremento de las conexiones, sino en una buena formación y capacitación de los
profesores en este área que, hasta ahora, resulta insuficiente en España.
La Oficina de Estadística de la Unión Europea, Eurostat, arroja datos poco
alentadores en este sentido: sólo un 20% de los profesores españoles de todos
los niveles usa semanalmente Internet en la docencia de materias distintas a la
informática. Una vez más muy lejos de los porcentajes de la media europea (36) y
de países como Dinamarca (83) o Finlandia (77). Sin embargo, se señala que los
docentes españoles aceptan cada vez con mayor naturalidad la presencia de
Internet en el aula.
Coordinador de TI
Una de las demandas que los profesores han manifestado durante la celebración de
este encuentro es la necesidad de establecer la figura del Coordinador de
Tecnologías de la Información (TI), que se encargue del apoyo, asesoramiento y
orientación de los demás profesores sobre el uso de las tecnologías como
recursos didácticos. Piden que esta figura sea reconocida por la Administración
educativa y cuente con liberación de horas de docencia, tutoría o dedicación
exclusiva para preparar y diseñar material formativo.
En este sentido, para los expertos, el siguiente esfuerzo de las políticas
educativas de España ha de situarse -además de en la mejora de los aspectos
anteriormente señalados- en el desarrollo e implantación de los modelos
pedagógicos más adecuados para la Red, es decir, cómo usar Internet en la
educación de la manera más adecuada. Aún así, a nadie se le escapa el hecho de
que las propuestas pedagógicas más avanzadas precisan de infraestructuras
suficientes y actualizadas, redes de área local en las escuelas, ancho de banda
suficiente o de la buena capacitación del profesorado.