Las investigaciones para desarrollar envases activos se
centran en la actualidad en la incorporación de sustancias que absorben oxígeno,
etileno, humedad, dióxido de carbono, sabores u olores y también las que emiten
dióxido de carbono, agentes antimicrobianos o antioxidantes. Los expertos del
AZTI aseguran que estas técnicas ayudan a controlar los fenómenos limitantes de
la vida útil de los productos.
El principal objetivo de estos investigadores es reducir los fenómenos de
deterioro de los productos vegetales y cárnicos a través de la combinación de
sustancias activas, entre las que se incluyen agentes antimicrobianos para los
productos cárnicos y agentes para el control de la senescencia en vegetales.
Además, han incorporado al envase saquitos absorbedores de oxígeno.
Este proyecto, que cuenta con una subvención del Fondo para la Cooperación
Aquitania-Euskadi del Gobierno vasco y que se está llevando a cabo en
colaboración con el centro de investigación francés AGROTEC, destaca los
sistemas de envasado antimicrobiano como los más adecuados para los productos
cárnicos seleccionados (jamón cocido, patés..). También podrían ser útiles,
según el instituto vasco, las películas antimicrobianas comestibles y los sobres
o saquitos con estas mismas propiedades.
Para el jamón cocido, en concreto, el proyecto ha aplicado películas comestibles
de quitosano solo y combinado con otros compuestos antimicrobianos como la
biomasa cítrica, ácido acético y ácido láctico. El efecto antimicrobiano del
quitosano retrasa el crecimiento de bacterias ácido-lácticas, afirman los
expertos.