Agencias - Peter Theisinger, director del proyecto, manifestó
que los cortocircuitos podrían causar la pérdida de la información que los
pequeños vehículos necesitan para determinar su posición y velocidad de descenso
que se produciría en enero del 2004.
"La misión podría terminar en una catástrofe", señaló.
La primera sonda de exploración debía partir el 30 de mayo para descender en el
cráter Gusev, a 15 grados al sur del ecuador marciano.
El lanzamiento de la segunda estaba previsto para el 25 de junio y debía
"aterrizar" sobre el Planu Meridiani, una zona donde hay extensos depósitos de
óxido de hierro.
Uno de los objetivos principales de los exploradores marcianos será verificar la
existencia de agua en algún momento de la existencia del planeta rojo.
"El descenso en Marte es muy difícil, mucho más en algunas zonas que en otras",
manifestó Mark Weiler, administrador de ciencias espaciales de la NASA en
Washington.
"Al elegir estos sitios de descenso se han ponderado las consideraciones de
seguridad con el valor científico que pudieran tener", añadió.
Fuentes de la agencia espacial dijeron que debido al problema el lanzamiento del
primer vehículo de exploración se realizaría no antes del seis de junio,
esperándose que el segundo parta entre el 25 de junio y el 15 de julio.
El descubrimiento de un posible cortocircuito en los sistemas de los vehículos
impulsó a la NASA a realizar una revisión independiente de los procesos de
diseño de las naves para que no haya más problemas, dijo Theisinger.
La NASA hizo más estrictas la supervisión de los diseños y preparación de los
vehículos de exploración marciana después de perder dos de esas naves en 1999.
Una de ellas, el Climate Orbiter, se desintegró en la atmósfera del planeta
debido a un problema de conversión de medidas entre el sistema decimal y el
sistema anglo que se utiliza en EEUU.
La otra, el Polar Lander, se estrelló contra la superficie del planeta rojo
debido a que sus motores fueron apagados prematuramente.