Agencias - La investigación, realizada en EEUU, demostró que
una alta valoración del físico está directamente relacionada con el hecho de
empezar a fumar.
Según los científicos, la preocupación por estar delgada empuja a las mujeres
jóvenes a una "larga serie de comportamientos malsanos", como el tabaco o
algunas dietas perjudiciales.
El estudio está basado en las encuestas telefónicas que en 1993 se les hicieron
a 273 chicas de entre 12 y 15 años residentes en Massachusetts (EEUU).
En una primera entrevista las chicas tuvieron que evaluar, del 0 al 10, su
interés por estar delgadas.
Cuando cuatro años después este grupo de adolescentes volvieron a ser
entrevistadas, un 23 por ciento de ellas se habían convertido en fumadoras, de
las cuales un 93 por ciento había declarado en el primer sondeo que le importaba
mantenerse delgada.
Los expertos constataron que las que en la primera fase habían valorado la
delgadez como algo importante, tenían tres veces más posibilidades de empezar a
fumar, mientras que las que la habían calificado como muy importante eran cuatro
veces más propensas.
A pesar de estos resultados, en la segunda fase un 80 por ciento de las
adolescentes reconoció que no pensaba que el tabaco fuese una solución para
perder peso. EFE