Este nuevo software se instala en el PC y actúa como un
cortafuegos evitando transmitir ciertas informaciones a los programas que
utilizan las discográficas para averiguar cuales ficheros son descargados de la
red.
Así las herramientas de rastreo no pueden discernir si este fichero tiene o no
derechos de autor por lo que nadie puede acusar al usuario de su estancia e
intercambio en servicios P2P.
En la propia página Web de los desarrolladores, estos argumentan la legalidad de
su software en tanto devuelve la privacidad del usuario en sus actuaciones.