Agencias - Pero apenas se lo alza del fondo, el metano
cristalizado empieza a hervir, se calienta, se gasifica y se disuelve en el
océano.
La mayoría de las naciones no se toman el trabajo de explorar las reservas
marinas porque carecen de la tecnología necesaria para ello. Pero para Japón,
pobre en recursos naturales, la cosecha de la riqueza submarina frente a sus
costas es una iniciativa nacional que Tokio espera hacer realidad en 15 años.
"Los recursos internos de Japón son casi nulos, de manera que las fuentes no
convencionales son una alta prioridad", dijo Tetsuo Yonezawa, miembro del
equipo de investigaciones sobre hidrato de metano en la empresa Japón National
Oil Corporation, respaldada por el gobierno. "Ahí hay gas natural para 100 años
de consumo".
En enero, un buque excavador zarpará hacia las aguas agitadas del Pacífico
frente al Japón central para abrir entre 10 y 20 pozos exploratorios en los
lechos de hidrato de metano de la Fosa Nankai, a unos 1.100 metros bajo la
superficie del agua.
Para el 2011, Japón espera determinar si la extracción comercial del hidrato de
metano es económicamente viable y, en ese caso, la iniciaría cuatro años
después.
El hidrato de metano es una estructura cristalina de gas metano rodeado por
moléculas de agua, que se mantiene estable gracias a temperaturas gélidas y
presiones altísimas. Al separar sus componentes se produce metano, el gas
natural común.
La sustancia es conocida desde alrededor de 1890, pero nunca se la consideró una
fuente de energía porque se encuentra en los hielos eternos del Ártico y en los
sedimentos oceánicos profundos, todos de difícil acceso.
Las existencias mundiales son enormes y se han calculado en 25.000 billones de
metros cúbicos. Es el doble de la energía contenida en la suma del carbón,
petróleo y gas de toda la Tierra.
Los yacimientos en torno de Japón abarcan según distintos cálculos de 4 a 20
billones de metros cúbicos.
Pero Japón cree que vale la pena invertir 120 millones de dólares el año próximo
en las investigaciones con hidrato de metano para mejorar su autoabastecimiento
en materia de energía. La nación insular importa el 97% de su gas natural y
prácticamente todo el petróleo crudo que consume.
Japón no es el único que investiga el hidrato de metano, pero es quizá el país
que lo hace con mayor desesperación.
El Observatorio Geológico de Estados Unidos estima que Japón posee unos 9.600
billones de metros cúbicos de hidratos de gases, es decir, una cantidad 200
veces superior a los recursos y reservas convencionales de gas natural.
El congreso ha asignado millones de dólares a la investigación, pero los
proyectos se concentran en las aplicaciones académicas tanto como las
comerciales, en parte porque se considera que el hidrato de metano sería un
combustible para los viajes espaciales del futuro.
En Rusia, toda la tundra siberiana está revestida de ese combustible helado.
Pero Rusia es tan rica en petróleo y gas natural que Moscú dedica poco tiempo y
dinero a perfeccionar las arduas técnicas de extracción de hidrato de metano.
"Muchos científicos investigan", dijo Vladimir Yakushev, especialista en
hidratos del Instituto de Gases Naturales y Tecnología del Gas. "Pero los más
interesados son los japoneses. No tienen otros recursos y los hidratos son la
última esperanza".
Japón ha realizado experimentos frente a sus costas y en un centro internacional
de investigaciones en el delta congelado del río Mackenzie, en el norte de
Canadá. Los ensayos próximos en el Pacífico tratarán de encontrar el "mejor
lugar" de los yacimientos y estudiarán cómo controlar la temperatura durante la
extracción.
Yonezawa, el investigador del gobierno, dijo que el control de la temperatura es
el aspecto más difícil: cómo calentar vastos yacimientos y atrapar el metano
liberado. Apenas cambian la temperatura o la presión, el metano se gasifica y
desaparece.
Los métodos de extracción son hipóteticos y en general no han sido probados. Una
idea propuesta en Rusia fue la de inyectar deshechos nucleares debajo de los
hielos eternos para derretir los campos de hidratos.
Bajo el mar, los yacimientos más ricos de metano se encuentran en los sedimentos
congelados. Pero la extracción en aguas tan profundas plantea problemas técnicos
arduos.
Aún no se puede saber si el proyecto japonés tendrá viabilidad comercial. Y en
todo caso, dijo Yonezawa, será imposible recuperar el 100% del hidrato de metano
de los yacimientos.
Pero aunque sólo se pueda obtener una pequeña fracción, vale la pena, aseguró.
"Hay mucha incertidumbre", dijo el científico. "Pero el potencial
(energético) es demasiado grande para desecharlo".