"Es un problema real, que nos preocupa. En 2002 más de medio millón de clientes
hicieron reservas que no respetaron" afirma a AFP Lone Njor Hulth, presidenta de
Horesta.
"Los consumidores no toman en serio el trabajo de los restaurantes, reservan 3 o
4 a la vez y se deciden en el último momento por uno, pero no anulan las demás
reservas", añade Hulth.
"No queremos penalizar a los clientes que hagan esto, pero hay medidas para
reducirlo como pedir confirmación de la reserva por fax o e-mail", dijo.
En algunos restaurantes junto a la reserva se "hace pagar el vino y el plato
menos caro de la carta, en caso de ausencia", concluye Hulth.