Numerosos accionistas se vieron obligados a abandonar la
concentración ante las presiones de los Grupos de Intervención de la Policía
Nacional, que desde las 10:30 horas estacionaron tres furgones policiales frente
a la central de Telefónica en la Gran Vía (Madrid) con cerca de 40 agentes que
se dedicaron a comunicar a todos los accionistas que iban acudiendo al acto
pacífico que la concentración no había sido autorizada por la Delegación del
Gobierno.
Los agentes, siguiendo instrucciones del delegado del Gobierno, han requerido
la documentación a los participantes comunicándoles que en caso de celebrar la
concentración podrían ser multados con 3.000 euros.
La actuación intimidatoria de la Delegación del Gobierno ha logrado que de
los 700 asistentes previstos, la gran mayoría que llegaron a la concentración
entre las 10:30 y las 11:00 volvieran a sus domicilios antes de que diera
comienzo el acto pacífico por temor a sufrir una sanción administrativa, que
agravaría el perjuicio ocasionado por la pérdida de sus ahorros tras la OPA
lanzada por Telefónica sobre Terra.
Esta concentración de carácter pacífico de los accionistas fue adecuadamente
comunicada a la Delegación del Gobierno en Madrid el pasado lunes, acogiéndose
al derecho constitucional de todo ciudadano al derecho a la libertad de reunión.
Finalmente entre 40 y 60 accionistas han logrado concentrarse ante la sede de
Telefónica, a pesar de los reiterados intentos por disolver la reunión.
Después de que los accionistas expresaran pacíficamente diferentes consignas
contra Telefónica y la CNMV y exhibir carteles rechazando la OPA, los agentes
recibieron comunicación de la Delegación del Gobierno instándoles a disolver de
forma inmediata la concentración. Finalmente, y tras una hora y media de
reunión, los accionistas, manteniendo la actitud pacífica que caracterizó la
concentración, procedieron a disolverse y a repartir entre los transeúntes
octavillas dando a conocer el abuso de Telefónica.
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