Así, el 67 por ciento de los usuarios que descargan música de la Red, con
programas como 'KaZaA', afirman no estar preocupados sobre si las canciones
están protegidas o no, mientras que un 27 por ciento afirma estar preocupado por
el tema y un 6 por ciento responde que no tiene una postura definida o desconoce
el tema.
De los internautas que admiten compartir ficheros a través de Internet, tales
como vídeo y música, al 65 por ciento no le preocupa que éstos estén protegidos
por propiedad intelectual, al treinta por ciento sí le preocupa, mientras que el
cinco por ciento restante no sabe o no contesta.
Según el estudio, el 29 por ciento de los internautas estadounidenses han
descargado archivos musicales en sus ordenadores para poder reproducirlos cuando
quieran, es decir, alrededor de 35 millones de personas, y en torno al cuatro
por ciento lo hacen, además, a diario.
Estos datos adquieren mayor validez toda vez que en la actualidad la industria
discográfica estadounidense, agrupada en torno a la RIAA, está emprendiendo la
mayor ofensiva judicial contra estos usuarios, tras fracasar su intento de
demandar a las compañías que ofrecen los programas de intercambio de archivos
'peer-to-peer' (P2P), caso de 'Morpheus'.
A fecha de hoy la RIAA ha tramitado más de un millar de citaciones en las que
solicita información a los proveedores de servicios de Internet (ISP) para
identificar y contactar a usuarios que podrían ser potenciales infractores de
propiedad intelectual, Mientras tanto, mantiene abierto un caso judicial contra
la operadora Verizon para que le revele la identidad de algunos de sus usuarios,
pero más recientemente se ha producido el caso del proveedor SBC, que ha pasado
al contraataque al presentar una demanda contra la RIAA en los tribunales de San
Francisco.
SENADO ESTADOUNIDENSE
Por estos motivos la campaña de la RIAA contra ISPs e internautas ha llegado ya
al Parlamento estadounidense. El senador republicano Norman Coleman considera
que la industria discográfica está legitimada para proteger su propiedad
intelectual, pero pone en duda su aproximación al problema, especialmente en
tanto que "personas inocentes pueden verse perjudicadas".
Coleman ha pedido a la RIAA abundante información sobre todas las peticiones que
ha tramitado, así como los detalles de cómo se ha protegido la intimidad de las
personas afectadas, por si se pudiera producir algún abuso.
En España la industria discográfica todavía no ha demandado a los internautas
españoles por este motivo, pero una cuarentena de empresas de 'software' están
preparando una denuncia contra 95.000 usuarios españoles de P2P, lo que ha
causado un gran revuelo en la comunidad internauta.
Asociaciones españolas de internautas han criticado especialmente el modo en el
habrían sido identificados los usuarios, puesto que, hasta la fecha, no ha
habido ninguna intervención judicial para pedir a los ISPs los datos de sus
clientes, aunque los denunciantes han argumentado que sólo se dispone de apodos
('nicknames') de los internautas y que no ha infringido la ley.