La actuación de los dos cableoperadores que actúan en nuestro país, AUNA y
ONO, es en este terreno totalmente distinta. Mientras el primero impide que sus
abonados puedan adquirir en propiedad el cable-módem que les conecta a la red,
ONO no solamente la facilita, sino que lo ofrece a sus clientes al contratar el
acceso.
Ambos utilizan un módem del mismo fabricante, Motorola que puede ser comprado a
través de internet o en tiendas especializadas sin demasiadas complicaciones. Su
precio en el mercado libre puede rondar entre los 60 y los 139 euros. En el caso
de ONO, este los ofrece a sus abonados por 0 euros si estos deciden firmar un
contrato con una duración mínima por un año.
Sin embargo, AUNA, que opera en zonas como Madrid, Cataluña y parte de
Andalucía, no quiere i oir hablar de que sus clientes adquieran los módems,
consiguiendo así una rebaja en el precio del abono mensual. Y ello a pesar de
que la propia compañía se comprometió a corregir su actuación en este aspecto,
tras recibir una denuncia de la asociación andaluza de consumidores, FACUA.
Si un abonado se dirige al servicio de información al cliente para interesarse
sobre esta posibilidad la respuesta es siempre la misma, "No es posible", y si
este explica que puede
comprar un modelo semejante al que instala el operador en una tienda del ramo el
interlocutor le indicará que problemas de compatibilidad impiden que este puede
ser conectado con la red del cableoperador.
Abonados a esta compañía denuncian esta imposición como una forma de manipular
el verdadero precio del servicio al que hay que añadir siempre los 9 euros del
alquiler del cable-modem.
No son los únicos
La actuación de otras operadoras que tambien prestan servicio de internet por
cable en
nuestro país, confirman esta afirmación. Así por ejemplo, el operador vasco de
cable,
Euskaltel, "rebajó" el aalquiler a 0 euros, aunque inmeditamente aumento el
precio del
acceso a 39 euros. Por su parte, "R", que actúa en Galicia, también rebajo de 5
a 2 euros el precio del alquiler, aunque como su homologo, incrementó en tres
euros el coste del servicio. Otras no desglosan el precio del alquiler del cable
módem en su factura con lo que es imposible deducir si cargan algún importe por
este concepto.
¿Puedo cambiar de cable-modem?
Por supuesto que sí. En el caso de que el alquiler venga incluido en la cuota
quizás no te
convenga ya que las prestaciones que obtendrás con aquellos que puedas comprar
en tiendas especializadas son prácticamente iguales (salvo en algunos muy
específicos) al que suministra un cable operador.
Lo más aconsejable es ponerse en contacto con una asociación de consumidores y
ver como actuar. La manera más común es informar al operador tu renuncia a
seguir manteniendo el equipo alquilado indicándoles que pueden pasar a recogerlo
cuando quieran. Por supuesto debes dejar bien claro que tu decisión en nada
afecta al servicio de internet de banda ancha que tienes contratado.
La mejor manera para ello es remitir un burofax (se manda desde una oficina de
correos y su coste ronda los 18 euros con acuse de recibo) y esperar a ver como
reacciona la operadora. Si no se da por aludida deberemos poner una reclamación
en una junta arbitral de consumo mostrando el burofax como prueba de que ya
manifestamos nuestra intención de cesar en el alquiler del dispositivo.
Finalmente, si la operadora no acude al acto de arbitraje podrás demandarlos
ante los juzgados.
Es difícil que finalmente el tema acabe en una vista, aunque más lamentable es
que un abonado deba recurrir a estos procedimientos para dar por finalizado un
alquiler de un dispositivo que es impuesto (y cobrado) por la operadora como
condición para contratar el servicio de internet de banda ancha.