En España, la subida de la restauración solamente se ve superada por el
encarecimiento de las tasas universitarias y rebasa con creces la inflación y
duplica el ritmo de crecimiento económico.
Bares, cafeterías y restaurantes aumentan sus precios en zonas turísticas y en
las que no lo son tanto. La subida anual del pasado julio rozaba o superaba con
holgura el 5% en Baleares, Barcelona, Girona, Granada y Málaga, pero también en
Navarra y La Rioja, mientras que en Guadalajara trepaba nada menos que al 6,5% y
no quedaban muy a la zaga provincias como Ávila o Badajoz (4,6%).
El tirón de los precios de la restauración arranca en enero de 2002, con el uso
físico de la moneda europea, pero medir aquel impacto resultó difícil porque el
Instituto Nacional de Estadística (INE) optó por pasar los índices de los
sistemas 1992 a 2001.
El Banco de España reconoció en los trabajos de sus servicios de estudios que el
cambio al euro fue aprovechado por el sector restaurador para aplicar de forma
generalizada redondeos al alza en consumos cotidianos como el café, la caña de
cerveza o el menú del día.
Pero desde enero de 2002 los precios de restaurantes, bares y cafeterías han
seguido subiendo mucho más que la mayoría de los bienes y servicios que integran
la "cesta de la compra", según revelan los datos del INE.
En diciembre de 2002, su aumento anual era del 5,8% en media nacional e
incrementos superiores al 7% se registraban en provincias de perfil económico y
social tan diverso como Badajoz, Cádiz, Granada, Jaén, Teruel y Zaragoza