Seis cámaras 3D ubicadas en el probador reciben los datos a partir de mil
puntos del cuerpo con una precisión de 0,25 mm. La información obtenida llega al
ordenador donde se crea un modelo tridimensional de la persona por el cual, el
comprador podrá conocer al instante la talla de ropa que necesita realmente.
Claro está – el probador es tan sólo una demostración de la tecnología que podrá
ser aplicada en muchos campos. Ya se han interesado por esta cámara los
fabricantes de coches, cosméticos y otros productos. Además, las cámaras
tridimensionales también serán productos muy interesantes para la industria de
la seguridad.
La cámara será comercializada a 48 dólares