Inventores de casi toda Europa, además de Uruguay, Argentina,
Siria, Líbano, Guinea o Canadá, han enviado sus proyectos a la Feria de Inventos
y Patentes, que se celebrará entre el 4 y el 7 de septiembre próximos en
Vilanova, con lo que el certamen "supera ampliamente el objetivo de
internacionalización que se marcó para su décima edición", según su
director, Isidro Also.
Las innovaciones que se muestran en la feria están vinculadas
a ámbitos tan diversos como la robótica, la energía, la medicina o la higiene,
aunque, en un año marcado el hundimiento del Prestige, abundan especialmente las
máquinas "chapapoteras" para recoger fuel o los sistemas para impedir vertidos
en buques que transportan petróleo.
"Es el sector de moda en esta edición", destaca Also,
que recuerda cómo la actualidad ha inspirado cada año a los inventores. "En
1993, por ejemplo, cuando la gran preocupación era el sida, proliferaron los
preservativos perfeccionados y otros mecanismos para evitar las enfermedades de
transmisión sexual", añade.
Los problemas vinculados a la inseguridad ciudadana están
también detrás de algunas de las invenciones de este año, entre ellas el bolso
de mano con alarma, que se dispara si intenta acceder a él un intruso, o los dos
modelos de aparcamientos de bicicletas que impiden el robo al bloquear
firmemente las dos ruedas y el asiento. En el campo de la medicina, uno de los
proyectos más útiles de la Feria es el reloj de pulsera que ha enviado un
inventor de Hungría y que permite hacer un seguimiento continuo de los enfermos
de corazón, ya que realiza constantemente electrocardiogramas y avisa a un
ordenador central en el caso de detectar alguna anomalía. Asimismo, un médico
sensibilizado por las secuelas más frecuentes provocadas por los accidentes ha
presentado un modelo de casco provisto de airbag, para proteger las cervicales
en caso de caídas, del que ha confeccionado dos versiones, una para motoristas y
otra para obreros