Lo máximo que aguanta un hombre de compras con su pareja es
una hora y doce minutos. Ésta es la conclusión a la que ha llegado el psicólogo
británico Tim Denison, de la Universidad de Essex, después de
realizar un estudio sobre los hábitos de compra de más de 2.000 personas.
Los hombres se desenvuelven en las tiendas como auténticos cazadores, dada la
rapidez, eficacia y seguridad que muestran ante la compra de cualquier tipo de
producto, según Denison. Los varones llegan, en la mayoría de los casos, a los
establecimientos con una idea clara de lo que quieren: lo buscan y lo adquieren
con gran rapidez. Esta actitud se asemeja también a la manera de actuar de los
machos a la hora de cazar su presa; es decir, cuando se encuentran ante la
situación de ligarse a una fémina. Observan el terreno y rápidamente se lanzan
hacia su captura.
Según indica el informe de la Universidad de Essex, las mujeres actúan como
recolectoras cuando van de compras. Al no ir con una idea preconcebida, se toman
el tiempo que haga falta y dan tantas vueltas como sea necesario. Y ésta es
precisamente la actitud que menos gusta a los varones. Pero son ellas las que
más ofertas encuentran en las tiendas.