Angel Cortés - En Telefónica no hay crisis. El
Presidente de la mayor empresa española ha decidido atajar de plano cualquier
duda sobre su capacidad de afrontar el futuro de la firma y ha eliminado del
organigrama la figura del Consejero Delegado, Fernando Abril-Martorell, que deja
la compañía.
En la nueva estructura aprobada durante la reunión en el día de ayer del Consejo
de Administración se aprobó una nueva estructura corporativa, en la que los
principales ejecutivos reportaran directamente al Presidente y en la que aún
cabe esperar en que lugar se encuadrará Terra, que aún no ha sido integrada
dentro de la firma.En una nota hecha publica se explica que
esta nueva estructura es consecuencia de la reducción de activos y
negocios en los últimos años, que conllevó una reducción de los ámbitos de
gestión en el seno del Grupo.
Entre los aspectos más relevantes destaca la incorporación del negocio de
empresas (Telefónica Data) a los negocios de telefonía fija en España y en
Latinoamérica y la desaparición de la división de medios Admira tras la salida a
bolsa de Antena 3 TV, su activo más importante.
La nota añadió que en el futuro, el área de planificación y control de gestión
dependerá de la de estrategia y el área de recursos de la de finanzas.
"Con esta simplificación, el presidente pasa a desempeñar todas las funciones
ejecutivas de forma directa y desaparece la figura del consejero delegado", dice
la nota.
Fernando Abril-Martorell dejará así
la empresa, para pasar a asesorar directamente al Presidente. Curioso,
por lo menos, ya que es bien sabido que las relaciones entre ambos no sean
fluidas y que en algunos circulos se tiene claro que Abril-Martorell considera a
Alierta como un ejecutivo incapaz de dirigir la compañía.
En esos mismos círculos se insiste que la marcha de este se debe al empeño de
Alierta de controlar la firma y evitar que en el propio Consejo pueda surgir
algún competidor que aspire a su puesto, al que llegó de la mano de Aznar cuando
este rompió sus relaciones con Juan Villalonga.
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