La epopeya de Núñez Cabeza de Vaca, y de sus tres acompañantes -incluyendo a Estebanico, el primer africano que piso lo que ahora es Estados Unidos-, constituye una de las más sorprendentes hazañas de exploración.

La crónica de la aventura, fue escrita por el propio conquistador a su regreso a España en la obra "La Relación y Comentarios", editada por primera vez en 1542.

El texto y las imágenes colocadas en Internet fueron tomadas del ejemplar original de la obra en su edición de 1555, que fue donado a la Universidad Estatal de Texas en San Marcos en 1989 para que formara parte de la Colección de Escritores del Suroeste.

La universidad creo un sitio en Internet en el que fue colocada cada página de "La Relación...", la cual incidentalmente ofrece la primera descripción de lo que ahora es Texas.

El sitio contiene también enlaces a traducción al inglés de cada página de la obra y múltiples datos y recursos sobre la vida de Núñez Cabeza de Vaca.

"Esto es fascinante porque abre una ventana a un mundo perdido", explicó Steve Davis, a cargo de la Colección de Escritores del suroeste.

"Tan sólo en Texas él identificó a 23 grupos étnicos que ahora ya no existen. La obra provee una conexión real con nuestro pasado,... además, es una gran historia", dijo Davis.

"Cuando llegó a las costas de Florida él (Núñez Cabeza de Vaca) era el típico conquistador arrogante, pero tras su travesía, terminó siendo un defensor de los derechos humanos de los indios", explicó.

Núñez Cabeza de Vaca formaba parte de la expedición de Pánfilo de Narváez, una fuerza de varios cientos que dejaron Cuba en busca de riquezas.

El grupo desembarco en Florida y se separó para explorar el territorio, pero una buena parte de ellos se perdieron cuando fueron obligados por los indios nativos a hacerse a la mar en barcos rudimentariamente acondicionados.

Unos pocos llegaron a las costas de Texas, donde su número se redujo muy rápido a sólo cuatro.

Núñez Cabeza de Vaca y sus acompañantes vivieron entre los indios, primero como sus esclavos pero después fueron reconocidos como curanderos.

Los cuatro sobrevivientes caminaron cientos de kilómetros a través de Texas, Nuevo México y norte de México hasta encontrar un asentamiento español en 1536 en lo que ahora es el estado mexicano de Sinaloa.

Núñez Cabeza de Vaca regresó a España y escribió sus memorias, lo que inspiró a más conquistadores a explorar la región.