"Hay rumores insistentes de que los derechos de autor están muriendo en internet, pero lo cierto es que éstos están pasando por un periodo de ajuste, como sucedió con la aparición de la imprenta, la fotocopiadora o la videocassetera", dijo Tsuru, quien participó en dicha mesa con representantes del Instituto Nacional de Derechos de Autor (Indautor), el Bufete Jalife, Caballero, Campuzano & Vázquez y el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

Debido a la naturaleza de la web, este nuevo reajuste parece ser un poco más complejo que los anteriores, pues da la apariencia de ser un terreno incontrolable, sobre todo porque aún persiste la idea de que todo lo digital es (y debe ser) gratuito.
 

Un nuevo modelo de gestión

"El caso más fuerte es el de la descarga de música digital, ante el cual hemos planteado un nuevo modelo, en donde la casa disquera sólo funja como agente de ventas o promotor, pero no como el creador", agregó el entrevistado.

Tsuru hace referencia de cómo, por ejemplo, por cada 15 dólares pagados por un CD original, sólo 8 centavos son remunerados al autor de la obra, una realidad que es bien conocida por el comprador de discos. Si a esto sumamos que de cada 20 artistas lanzados por la disqueras, sólo uno logra pegar , la remuneración para el creador, sea o no en Internet, se complica más.

"Si el modelo permitiera que el artista, ayudado de la tecnología digital, creara por mano propia su obra y por tanto percibiera 50% de las ganancias de la venta de su obra, el comprador sería más consciente: de seguir descargando música sin pagarla, pondría en verdadero riesgo el futuro creativo del artista y su existencia", explicó.

Otros avances

Fue también durante el "Primer foro global sobre Tecnologías de Información y Comunicación", organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en donde se propusieron en México mecanismos para proteger contenidos a través del hardware, y no sólo con software como comúnmente se hace.

"Sería como sucede con el DVD regional, que sólo permite el uso de determinados productos en determinadas áreas. Esto no restringiría su uso, y además de protegerlo, daría pie a más creadores", indicó Tsuru.

Una nueva propuesta busca que los problemas de propiedad intelectual en Internet sean atendidos por arbitraje y no por jueces, lo que permitiría que se acortaran los tiempos de resolución, además de que fueran expertos en la materia los que den solución a las demandas.