Distribución abonados móviles 2002 - Fuente ITU
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1995 |
2002 |
Antigua & Barbuda |
0 |
25.000 |
Argentina |
340.700 |
6.500.000 |
Aruba |
1.700 |
53.000 |
Bahamas |
4.100 |
121.800 |
Barbados |
4.600 |
53.100 |
Belice |
1.500 |
52.500 |
Bermuda |
6.300 |
30.000 |
Bolivia |
7.200 |
872.700 |
Brasil |
1.285.500 |
34.881.000 |
Chile |
197.300 |
6.445.700 |
Colombia |
274.600 |
4.597.000 |
Costa Rica |
18.800 |
459.800 |
Cuba |
1.900 |
17.900 |
Dominica |
|
9.400 |
Dominican Rep. |
56.000 |
1.700.600 |
Ecuador |
54.400 |
1.560.900 |
El Salvador |
13.500 |
888.800 |
Grenada |
400 |
7.600 |
Guadeloupe |
0 |
323.500 |
Guatemala |
30.000 |
1.577.100 |
Guyana |
1.200 |
87.300 |
Haití |
0 |
140.000 |
Honduras |
0 |
326.500 |
Jamaica |
45.100 |
1.400.000 |
Martinique |
0 |
319.900 |
México |
688.500 |
25.928.300 |
Nicaragua |
4.400 |
239.900 |
Panamá |
0 |
569.600 |
Paraguay |
15.800 |
1.667.000 |
Perú |
73.500 |
2.306.900 |
Puerto Rico |
287.000 |
1.211.100 |
St. Kitts and Nevis |
0 |
5.000 |
St. Vincent |
200 |
10.000 |
Suriname |
1.700 |
87.000 |
Trinidad & Tobago |
6.400 |
361.900 |
Uruguay |
39.900 |
652.000 |
Venezuela |
403.800 |
6.463.600 |
Virgin Islands (US) |
0 |
41.000 |
Total América
Latina y Caribe |
3.866.000 |
101.994.400 |
|
|
Canada |
2.589.800 |
11.849.000 |
United States |
33.785.700 |
140.766.800 |
Total América Norte |
36.375.500 |
152.615.800 |
|
|
América Latina y Caribe |
3.866.000 |
101.994.400 |
América Norte |
36.375.500 |
152.615.800 |
Total América |
40.241.500 |
254.610.200 |
|
América Latina y Caribe |
3.866.000 |
101.994.400 |
América Norte |
36.375.500 |
152.615.800 |
África |
646.500 |
36.439.300 |
Asia |
23.104.700 |
448.597.000 |
Europa |
24.081.300 |
403.272.000 |
Oceanía |
2.618.300 |
15.336.000 |
Total Mundial |
90.692.300 |
1.158.254.500 |
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Por Marcelo Jelen* -
MONTEVIDEO, dic (IPS) - La posesión de un celular
grande y pesado como un ladrillo era signo de riqueza, y también
un imán para ladrones, según este comerciante que se dedica hace un cuarto
de siglo a la venta de accesorios telefónicos.
Ese escenario cambió rápidamente en América Latina, al mismo tiempo que el
capital privado irrumpía en las telecomunicaciones.
Millones de personas de ingresos modestos accedieron en
los últimos años a su primer teléfono, que fue un celular.
En 1990 había apenas 100.000 líneas de telefonía móvil en la región, según la
Unión Internacional de las Telecomunicaciones
(UIT). La agencia de la ONU calculó que en 1999 eran 38
millones.
Hoy, según expertos del sector privado consultados por IPS, 120 millones de
celulares resuenan bajo el cielo latinoamericano.
Los mismos expertos calculan que las líneas telefónicas móviles ya superan a las
fijas en toda la región. Según la UIT, esa
situación se ha registrado en Bolivia, Chile, El
Salvador, Guatemala, Haití, México, Panamá, Paraguay, República
Dominicana y Venezuela.
El patrón es similar en la mayoría de los países de Europa --como Alemania,
España, Francia, Gran Bretaña, Italia, Grecia,
Portugal, Suecia, Suiza y los de la antigua Yugoslavia--,
pero no en Canadá y Estados Unidos, donde las líneas fijas
superan a las celulares.
Ola Privatizadora
En un extremo de América Latina se ubica Cuba, donde el Estado se ocupa del
servicio, con 5,1 líneas fijas por cada 100 habitantes y 0,07 móviles.
En el otro, Paraguay, con un mercado repartido entre el consorcio encabezado por
Millicom International Cellular de Luxemburgo y el
que integran Telecom France y Telecom Italia Mobile. Las
líneas celulares (20,40 cada 100 habitantes) cuadruplican
a las fijas (5,12).
La fabricante finlandesa Nokia estima que en América Latina habrá 170 millones
de líneas de teléfono celular en 2008.
Brasil tenía apenas cinco millones cuando se privatizaron las telecomunicaciones
en 1998, y sólo entre enero y agosto incorporó al
mercado otras 5,2 millones. Este año, las líneas
celulares superaron los 40 millones, un millón más que las fijas.
"La combinación de propiedad privada y creciente competencia situó a los
mercados de los móviles en Latinoamérica entre los
de más rápido crecimiento", indicó la UIT en un
informe publicado en 2000.
La crisis económica iniciada a fines de los años 90 y agudizada en esta década
llevó a varias empresas del sector, como las
estadounidenses ATT, Verizon y SBC, a vender activos para
reducir sus operaciones en la región.
Las que permanecieron, como la española Telefónica, la estadounidense BellSouth
y la mexicana América Móvil, dan señales de haber visto la luz al final del
túnel, pues ya anuncian nuevas inversiones.
Adíos a los cablesLa telefonía celular se
abarató notablemente mediante las "tarjetas prepagas”, único
camino para que muchos latinoamericanos pobres accedan a un teléfono.
El usuario compra de antemano una cantidad fija de minutos para hacer llamadas,
pero sin límites para recibirlas. Se requiere
apenas comprar un mínimo mensual de minutos por mes o
cada dos meses, asequible para los más pobres.
De ese modo, en muchas familias de clase media de Brasil, por ejemplo, las
empleadas domésticas adquirieron celulares antes
que sus patrones.
A un servicio más barato se sumó el surgimiento de un mercado informal de
teléfonos móviles usados y robados, incluso en puestos callejeros.
Rodríguez, el comerciante montevideano, vende aparatos nuevos por 110 dólares y
usados por 60. Pero en un mercado callejero de la capital uruguaya, se ofreció a
IPS un teléfono celular por nueve dólares, con batería recargable, pero
sin garantía, claro.
En América, "el móvil es un sustituto para los teléfonos de línea fija, más
que su complemento", indica el informe que publicó la UIT hace tres años.
En algunos países, como Brasil y Uruguay, adoptar la telefonía móvil para la
instalación de líneas fijas permitió superar la histórica brecha entre la
demanda y la oferta del servicio, en especial en zonas
rurales.
La consigna de las empresas telefónicas parece ser "no más cables", dijo a IPS
el ingeniero, doctor en ciencias políticas y
experto en tecnologías de la información brasileño Carlos
Afonso. "Las compañías de telefonía fija tratan de no usar
cables en las calles", agregó.
En 4,2 millones de hogares brasileños -8,8 por ciento del total- solo se cuenta
con teléfono de línea celular, servicio cubierto por consorcios encabezados por
compañías como Telefónica de España, Portugal Telecom y Telecom Italia
Mobile.
Pero el celular no constituyó un cambio significativo en el acceso al teléfono
en los países menos avanzados. En Haití, la nación
más pobre de América, hay 0,97 líneas telefónicas fijas
por cada 100 habitantes y 1,11 móviles.
Oficina de Bolsillo
Un teléfono celular dice ahora muy poco sobre la condición social o económica
de quien lo porta. Para un amplio sector de la
población, es un artículo de primera necesidad.
"Electricistas, fontaneros, albañiles, pintores y trabajadores informales
hacen del celular su oficina móvil y pueden ser
llamados en cualquier momento, donde estén, para pequeños
servicios", dijo el brasileño Alfonso.
“En México, tienen celular hasta los barrenderos y vendedores ambulantes,
pues para muchos se trata de un instrumento de
trabajo. Pero en algunos lugares sigue siendo un lujo”,
dijo a IPS el psicólogo social mexicano Eusebio Rubio.
“Fue un símbolo de ascenso social hasta fines de los 90, pero desde entonces
se generalizó tanto que ya no lo es. Hoy es tan común, que la imagen ya no tiene
mucho que ver con tener o no, sino con el tipo y marca de celular que se
posee”, agregó Rubio.
Por otra parte, los que obsequian un aparato ocupan o pretenden ocupar una
posición de poder sobre el regalado: patrones,
padres aprensivos y hasta novias o novios celosos.
Tal vez por eso, así como antes pudo ser signo de arrogancia, hoy lo es presumir
de no tenerlo. O mantener la campanilla a raya.
"Yo lo apago el viernes y no lo prendo hasta el lunes", dijo Rodríguez.
"Dejé el celular porque me tenían harto con tanta llamada", recordó Galo
Puente, dueño de un negocio de fotografía en México. "Sentía que me
controlaba la familia, la gente del trabajo. Pero este
aparato se volvió imprescindible y tuve que activarlo
otra vez. Es una esclavitud que nos toca aceptar".
Siempre en contacto
Es que las nuevas posibilidades de comunicación originaron imprevisibles cambios
de conducta social.
El aparato es utilizado por algunos padres como virtual cordón umbilical.
En Chile --cuyo mercado se disputan las españolas Endesa y Telefónica, la
estadounidense BellSouth y Telecom Italia Mobile---,
un líder de grupos scout comentó a IPS que en los
campamentos es frecuente la "requisa" de celulares
entregados a niños y niñas por sus padres.
Un padre dijo a IPS en Río de Janeiro que el celular sirvió para ayudar a una
hija con "dificultades de orientación urbana".
"Muchas veces se perdió y tuvimos que darle indicaciones
para que pudiera llegar a destino. El teléfono y el ángel de la
guarda la salvaron de situaciones peligrosas", justificó.
En la periferia de Buenos Aires, residentes de ricos condominios asediados por
el temor suelen llamar desde sus automóviles a los
vigilantes cuando están llegando para que les franqueen
la entrada, pues si se detienen se arriesgan a un asalto o
secuestro.
Los delincuentes también aprovechan esta tecnología.
El celular prepagado, ideal para la acción clandestina, es indispensable para el
narcotráfico en Brasil. Tanto que las autoridades
establecieron un registro obligatorio de usuarios.
En Argentina, entre otros países, los secuestradores suelen utilizar el aparato
de sus víctimas para pedir el rescate.
Pero a veces el móvil les juega en contra. Jessica Guzmán, de 20 años, fue
encerrada por sus secuestradores en el portaequipaje de un automóvil en
la central provincia de Córdoba. Luego de 13 horas de
cautiverio, fue liberada, sana y salva, sin pagar ningún
rescate.
Llevaba escondido en sus ropas un celular con el que avisó a la policía.
* Con aportes de Marcela Valente (Argentina), Mario Osava (Brasil), Diego
Cevallos
(México) y Gustavo González (Chile).
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