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Según las distintas sociedades emisoras de tarjetas, lo que
sí utilizan mucho los españoles es la tarjeta de débito: se estima que durante
el año 2004 se sacarán de los cajeros de bancos y cajas más de 82.000 millones
de euros en efectivo. La densa red de oficinas -España pasa por ser uno de los
países con más cajeros automáticos de la Unión Europea (UE)- y la obligación de
las entidades de utilizar el cajero y no la ventanilla para importes menores a
600 euros, han impulsado la utilización de tarjetas.
Cada español lleva de media 1,3 tarjetas de crédito o débito en su cartera. El
dinero de plástico ha irrumpido con fuerza en el sistema financiero español,
aunque con mayor empuje en el caso de las tarjetas de débito: aquellas que
permiten pagar al instante, sin crédito, en comercios y restaurantes o sacar
dinero en efectivo en el cajero automático. Sin embargo, el uso de las tarjetas
de crédito no está tan extendido, ya que sólo supone el 40% del mercado de
transacciones de tarjetas de débito. El crédito a través de tarjetas genera en
España algo más de 27.000 millones de euros.
Muchos bancos y cajas de ahorro "obligan" a sus clientes a no pasar por
ventanilla y servirse de los cajeros automáticos para retiradas de efectivo que
no excedan de los 600 euros. Con esta medida, las entidades aseguran haber
reducido las colas en las ventanillas aunque también reconocen que la clientela
de mayor edad no está acostumbrada a la utilización de los cajeros.
Pago aplazado
Por eso, bancos y cajas tratan de extender en estas fechas, aprovechando las
fuertes compras de Navidad, la utilización del pago aplazado con tarjeta. Se
trataría de pagar las compras mediante tarjeta gracias a un sistema de
financiación a plazos, que puede llegar hasta los 18 meses. Sin embargo, el
problema radica en que este sistema lleva aparejados unos altos tipos de
interés, entre el 8% y el 24% que el cliente deberá abonar a plazos. Antes de
comprar cualquier producto de consumo de alto precio, el cliente deberá leer con
detalle la letra pequeña del contrato de financiación que le ofrece la tienda;
porque de no hacer frente a alguna de las letras de pago, puede llegar a verse
incluido en el registro de morosos e impagados, ya que quien ofrece la
financiación no es la tienda sino una entidad financiera que hay detrás del
crédito.
En otros casos, las grandes superficies y otras tiendas de productos de consumo
permiten pagar con tarjeta de débito cargando el importe de la compra a fin de
mes sin ningún tipo de recargo adicional ni intereses. Se trata de fidelizar al
comprador mediante el uso de la tarjeta de la empresa, además de controlar el
perfil de gasto de cada cliente y sus gustos
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