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Las operadoras presentes en Irak
Norte de Irak: Asia Cell Telecommunications Company Ltd
(Inversionistas: Asia Cell Company, Wataniya Telecom, United Gulf Bank)
Centro de Irak y Baghdad: Orascom Telecom Irak Corporation
(Inversionistas: Orascom Telecom Holdings
SAE (Egipto), Mr Alaa El Khawaja, Allied SA Ltd).
Sur de Irak: Atheer Telecom Irak
(Inversionistas: MTC (Kuwait), Dijla
Telecommunications Corp, Kharafi National).
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Ayer por la mañana comenzo a
funcionar en todo el área urbana de Bagdad la telefonía sin hilos, uno de "los
inventos" de los que los iraquíes habían oído hablar, pero nunca habían podido
disfrutar.
Desde hace semanas, las tiendas más visitadas son también las más modernas de
la capital, inimaginables en tiempos del tirano Sadam Husein, y que ahora atraen
hacia sus vitrinas los ojos atónitos de los iraquíes.
Pero al igual que los otros dos espacios de libertad ganados con la caída del
antiguo régimen, la tecnología de la comunicación es un lujo en Irak, un país
donde casi nada funciona y reina el desempleo y la precariedad. "¿Cómo voy a
comprar un móvil?. Con lo que gano necesitaría más de tres meses para poder
tener uno", aseguraba a EFE Mahmud Ali al-Biyi, un empleado de una
empresa de turismo y transporte.
"No debería ser un lujo, porque es una necesidad. La guerra destruyó las
redes de teléfono fijas. ¿Qué podemos hacer? Son muy pocos los teléfonos que
funcionan. Sin comunicaciones no se puede reconstruir el país", añade Ahmed
Salimi, dueño de un empresa inmobiliaria.
Los bombardeos norteamericanos de abril destruyeron los centros de
comunicaciones del antiguo régimen, por lo que la mayor parte de los barrios de
Bagdad carecen de conexión telefónica. Hace tres meses, la Autoridad Provisional
de la Coalición (CPA), concedió la explotación de la red de telefonía móvil a
tres empresas de Asia y Oriente Medio.
La compañía egipcia "Orascom", una de las sociedades más solventes de
Oriente Medio, se hizo con la licencia para Bagdad, y
las provincias de Diyala (noreste) y Al Anbar (oeste), y la zona centro
de Irak. Operará bajo la marca comercial de Iraqna
("Nuestro Irak"). Por su parte "AsiaCell" ha conseguido el
contrato para la región norte. El sur queda en manos de "Atheer Tel", una
asociación de empresas que incluye a la compañía kuwaití MTC.
Para hacerse con una línea de estas características en Bagdad, un iraquí debe
invertir más de 700 dólares: 69 por la tarjeta de conexión, 122 por el aparato y
500 en concepto de fianza para afrontar la factura.
A pesar de los precios, Orascom espera alcanzar el millón de clientes el
segundo año de servicios. "Hasta ahora solo podemos cubrir el 20 por ciento
de la demanda. Solo se han habilitado 60.000 líneas, pero la compañía ha
asegurado que se multiplicará progresivamente hasta alcanzar todo el centro del
país", explica Husain Abdel Ruzaq, un vendedor de telefonía móvil.
"Aún así, me parecen demasiado optimistas sus cifras" añade Abdel
Ruzaq, mientras sus empleados no dan a basto con el número de consultas en el
mostrador. A parte de los desorbitados precios, la aparición de los móviles han
destapado otras polémicas, la mayoría nacidas de la poca transparencia que
ofrecen las empresas contratadas.
"Sabemos el precio de la llamada local, pero no al extranjero. Además, no
funcionan los aparatos traídos de fuera. La compañía obliga a comprar la tarjeta
y el teléfono juntos. Tampoco hay conexión con otras empresas para que líneas
externas funcionen aquí", detalla Abdel Razaq.
Además, se ha destapado el rumor de que el retraso en la apertura del
servicio, que lleva en prueba desde el uno de enero, se debe a enfrentamientos
entre la CPA y el Ministerio iraquí de Comunicación a causa de comisiones
ilegales. "Es mentira", dijo días atrás el nuevo ministro iraquí de
Comunicaciones, Haidar al-Abadi, para después subrayar que la telefonía sin
hilos "es un importante paso en el futuro de Irak".
Abadi asegura que el alto precio de las líneas se debe a que las compañías no
quieren que se sature el sistema, y que todo cambiará cuando dentro de un año
puedan competir con libertad en todo el país. "Lo necesitamos ya. El teléfono
significa tiempo y también seguridad. Ahora, para hacer un negocio, tienes que
verte en persona y sufrir la inseguridad y el tráfico", se queja Inas Faras,
empleada de un cibercafé |