El estudio de investigadores de la Universidad de Stanford
(California) y de la Universidad de Oregón constituye la comprobación
de una teoría de supresión voluntaria de la memoria planteada a comienzos de
siglo pasado por el científico austriaco Sigmund Freud.
También explica muchos casos de supresión de la memoria,
especialmente en las situaciones de abusos sexuales sufridos por niños que no
los recuerdan cuando son adultos.
"La buena noticia es que hemos demostrado que el cerebro
humano bloquea los recuerdos no deseados y que existe un mecanismo que tiene una
base biológica", señaló John Gabrieli, profesor de psicología de
Stanford y coautor del informe.
Los experimentos realizados por los investigadores mostraron
que las personas son capaces de bloquear pensamientos de cosas que no quieren
recordar hasta que llega un momento en que no los pueden recuperar aunque
quieran, manifestó Gabrieli.
Michael Anderson, profesor de psicología de la
Universidad de Oregon y autor principal del estudio, indicó que es "asombroso"
que se haya podido establecer que existe una base neurobiológica para "el olvido
motivado".
Añadió que hasta ahora no se había podido establecer de
manera precisa si existía ese mecanismo en el cerebro del ser humano.
"Este estudio ofrece un modelo claro sobre la forma en que
esto ocurre y se basa en una capacidad esencialmente humana, la de controlar su
comportamiento", dijo.
En los últimos años, el problema de la supresión de la
memoria se planteó en los casos de abusos sexuales sufridos por niños, pero
hasta 2001 no se había podido comprobar que así ocurriera.
En ese año Anderson reveló su existencia y utilizó imágenes
cerebrales para mostrar los sistemas neurológicos que participaban en esa
supresión.
Los científicos dijeron haber descubierto el mecanismo en un
complejo experimento con 24 personas a quienes se hizo recordar nombres de cosas
sin ninguna relación entre sí.
Al mismo tiempo, se les sometió a un examen de imagen de
resonancia magnética (escáner) donde se demostró la actividad cerebral cuando
procedían a olvidar algunas de las palabras.
"El recuerdo de una cosa empeora cuanto más trata la gente de no pensar en
ella", dijo Anderson.
Los científicos señalaron haber demostrado que el control de
recuerdos no deseados está vinculado a una mayor actividad de la corteza frontal
izquierda y derecha, la cual reduce la del hipocampo que es, precisamente, el
sector de la memoria.
"Por primera vez hemos visto un cierto mecanismo que podría
desempeñar un papel en el olvido activo", manifestó Gabrieli.
La teoría de Freud era que aunque alguien puede bloquear el
recuerdo de algo desagradable, éste siempre está acechando y tiene consecuencias
en sus actitudes y en sus relaciones aunque la persona no lo sepa, manifestó
Gabrieli. Agencias
|