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En la comercial avenida Saadun, guardias de seguridad controlan el acceso a los
principales puntos de venta del operador Iraqna, que cubre el centro del país,
Bagdad incluida, delante de persianas de hierro medio bajadas para impedir las
aglomeraciones.
"La tienda está llena desde esta mañana. Hemos abierto a las 08:30 y hemos
tenido que dejar de aceptar clientes hacia las 14:00 porque ya no nos quedaban
más líneas", explicó un empleado que no quiso ser identificado.
"Toda la empresa estaba aquí para vender, desde los empleados hasta el director
general, de tantos clientes que había", agregó precisando que el sábado se
pusieron a la venta un centenar de líneas y que esperaban mantener este ritmo en
los próximos días.
Iraqna, una de las tres compañías autorizadas desde diciembre a operar en Irak y
cuyo accionista mayoritario es la empresa de telecomunicaciones egipcia Orascom,
lanzó justo después de la fiesta musulmana de Aid al Adha (o del sacrificio) las
tarjetas prepagadas, en versiones de 20 dólares para 15 días o de 30 dólares
para un mes. El abono inicial cuesta 69 dólares.
Hasta entonces, los usuarios tenían que pagar un depósito de 650 dólares, una
cantidad inaccesible para la mayoría de los particulares.
"Empezamos a vender desde el lanzamiento del servicio la noche del viernes.
Primero nos dieron una veintena de líneas y las vendimos casi todas, esperamos
tener un número equivalente" en los próximos días, dijo Omar Rafeh, comerciante
de la avenida Rubai, arteria muy animada por la noche.Aunque el teléfono móvil llega tardíamente a Irak, donde las sanciones
internacionales y la voluntad de control del régimen depuesto impedían su
implantación, responde a necesidades específicas.
"Antes no había líneas pero aún es caro", opinó un cliente potencial, Mohamad al
Tikriti, de 23 años y desempleado. "Pero es útil porque es mucho más barato que
el Thuraya (teléfono vía satélite) y mi teléfono fijo no funciona siempre",
añadió.
La red terrestre, que la coalición reconoce haber atacado deliberadamente por su
uso civil y militar, fue dañada por la guerra, los saqueos y la falta de piezas
de recambio. A estos problemas se suma la inseguridad que reina en Irak desde el
derrocamiento del régimen de Saddam Hussein.
La gente "necesita este servicio a causa de la deplorable situación de la
seguridad en este país donde hay bombas y asesinatos en plena calle", afirmó Rafeh, quien cree que ésta es la "razón principal" del interés por la telefonía
móvil.
"Mucha gente tiene niños en la escuela o hijas en la facultad y necesitan poder
contactar con ellos en cualquier momento", agregó.
Pese al coste todavía elevado del teléfono móvil en un país donde el sueldo
medio está estimado en 150 dólares mensuales, algunos están dispuestos a pagar
el precio de la impaciencia.
"Supongo que los precios bajarán. Siempre es más caro al principio", reconoció Ziad Alí, un carnicero de 25 años, después de desembolsar 124 dólares por su
móvil, más una tarjeta de 30.
"Nos hemos pasado toda la vida esperando esto", subrayó.
Otros, en cambio, prefieren esperar precios más razonables.
"Me interesaba mucho un móvil pero cuando anunciaron los precios renuncié",
admitió Yaser Ghazi, un estudiante de literatura inglesa de 27 años. "Esperaré a
que bajen".
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