Sin embargo, las voces contrarias a esta opinión son muchas.
El teórico trastorno de dependencia de la Red de redes se ha conocido con muchos
nombres: desorden de adicción a Internet (Goldberg, 1995), uso compulsivo de
Internet (Morahan-Martin y Schumacker, 1997), o uso patológico de Internet (Young
y Rodgers, 1998b).
Desde la Universidad de Alberta destacan, no obstante, que el uso intenso de
Internet no tiene efectos negativos, ya que los síntomas psicológicos que a
veces exhiben determinados usuarios son anteriores a su uso.
Uno de los datos positivos que destaca el estudio es que los navegantes
habituales suelen participar con mayor frecuencia que otros en, por ejemplo,
grupos de voluntarios de ayuda social. Es decir, son más solidarios e
interesados por los demás.
Ojalá que este tipo de estudios contribuyan a despejar el mito de que el uso de
Internet es en general nocivo
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