La salida de Mesa, que se ha visto acompañada por la de los anteriores tesorero y secretaria de la AIH, Marcos Berzosa y Mayte Sánchez Domínguez --respectivamente--,  está relacionada con las mentiras de éste en torno al proceso judicial que se sigue contra él en un juzgado de Barcelona, así como la verdadera denominación y estatutos de la AIH.

Según la versión de la junta directiva actual, Mesa colgó en el web de la asociación unos estatutos distintos de los depositados en el Registro de Asociaciones de la Generalitat de Catalunya, "más fascistas y dictadores, que en un principio hubo y que, por presión de la comunidad, se instó a su retirada", y sustituía en su nombre el término "información" por el de "investigación".

En cuanto al proceso judicial, señalan que el ex presidente pedía la expulsión "inmediata" del otro socio de la AIH inculpado por haber "metido en el saco a todo el mundo", mientras él permanecía en silencio, cuando, en realidad, "era al revés".

La expulsión de Mesa también se basó en el uso que hizo de los recursos de la AIH "para pagar proyectos personales", según la directiva, "no dejando nada e, incluso, haciendo perder dinero a la asociación", además de utilizar el servidor de correo electrónico de la misma para "beneficio propio, económico o personal".

Los nuevos responsables de la AIH terminan su escrito apostando por tomar "un rumbo completamente nuevo", recuperando el "espíritu 'hacker' de verdad" y erradicando "todo aquello que huele a podrido y a mentira, y buscando el reencuentro con aquellos grupos que sí hacen y han hecho cosas interesantes por la comunidad".