Las empresas españolas invierten en tecnología entre el 1,5 y el 3 por ciento de sus ingresos anuales, cifra inferior a la media de Estados Unidos y de los principales países europeos.

De los recursos destinados a tecnologías de la información (TI), el 72 por ciento se dirige al mantenimiento de infraestructuras y aplicaciones y sólo un 28 por ciento a innovación y al desarrollo de nuevas capacidades y aplicaciones.

No obstante, los directivos españoles se muestran optimistas, ya que sólo el 10 por ciento prevé una reducción de las inversiones en TI y, por contra, el 91 por ciento confía en que la tecnología generará "auténticas oportunidades estratégicas" para sus negocios.

Según el informe, las prioridades en el uso de TI son la reducción de costes, la estandarización y el aprovisionamiento.

Sin embargo, los objetivos a medio plazo son la innovación y la creación de nuevas capacidades.

En concreto, las empresas encuestadas mencionan como fines proporcionar al negocio sistemas que le permitan operar de forma flexible e innovadora y actuar sobre las fuentes de creación de valor mediante la tecnología.

No obstante, el 92 por ciento de las empresas afirma no coordinar satisfactoriamente sus planes de tecnología y de negocio, y un 70 por ciento de los directivos confiesa no estar satisfecho con los servicios que recibe.

Por ello, la mayoría de los encuestados evalúa como "media" la contribución de la tecnología al negocio y son pocas las compañías que la califican de "alta" o "muy alta".

Según José Antonio Fernández, socio de Accenture, "la función de TI deberá responder al doble reto de mejorar su contribución a la capacidad competitiva e innovadora de la empresa y, al mismo tiempo, mantener la eficiencia del modelo actual.

Las compañías españolas dedican un 30 por ciento del presupuesto a hardware (equipos), un 21 por ciento a software (programas), un 23 por ciento a la contratación de servicios y un 26 por ciento a los recursos humanos para TI.

El 40 por ciento de los servicios tecnológicos los prestan proveedores externos.