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La idea del robot surgió luego de que el protagonista, Jim Caviezel, se negara a realizar las escenas en la cruz, debido a que "el clima era muy frío para filmar vestido sólo por un taparrabo", escribió el diario.

El Jesús a control remoto fue creado por la empresa de efectos especiales Keith Vanderlaans Captive Audience F/X y es una viva reproducción de un cuerpo humano sometido a las torturas que se muestran en el filme.

El robot agoniza igual que un ser humano torturado, mediante movimientos a distancia dirigidos por Mel Gibson, reflejando la crueldad que padece el personaje de Jesús en la película.

El robot crucificado aumentó la controversia suscitada por la película. Según los críticos, Gibson utilizó la crucifixión para montar un espectáculo de crueldad que, paradójicamente, culmina con la sustitución del actor por un robot en los momentos más dramáticos de la película.

"La sustitución de un actor por un robot en el momento de la agonía y muerte del personaje, parece una estafa emocional", apuntan los críticos al ser esta una de las escenas clave en toda la película y ensalzada por la prensa católica como la de mayor impacto que muestra el sufrimiento de Jesús.