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En concreto se establecen penas que incluyen multas entre los
154 y 15.500 euros, cárcel entre seis meses y cuatro años y confiscación del
hardware y el software empleado.
La "Legge Urbani", como ha sido bautizada, criminaliza el intercambio de
contenidos incluso para uso personal.
De hecho hasta ahora, y como también sucede en la legislación española, las
leyes italianas exigían ánimo de lucro, para que un contenido copiado fuese
delito.
Una polémica ley, que aún debe pasar por el Congreso, y aunque es más que
probable que la penas sean reconsideradas, significa que casi con seguridad será
aprobada.
En Italia los usuarios de redes de pares han iniciado todo tipo de medidas de
protestas, entre ellas manifestaciones, llamadas al boicot de productos
originales e incluso un GoogleBombing con la palabra "incapace".
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