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El coaching ejecutivo se ha transformado en una "creciente
necesidad" |
La globalización de los mercados, la tecnología de punta, las
presiones por conseguir las metas a toda costa y las estructuras
organizacionales cada vez más planas, hacen más compleja la labor de los
ejecutivos |
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La ardua competencia, el creciente estrés, la necesidad de tomar
decisiones rápidas y las enormes “facilidades” que ofrecen las comunicaciones,
han privilegiado el uso de la tecnología en desmedro de las relaciones
interpersonales. Intercambiar ideas sin ser juzgados, poner en duda decisiones
ya tomadas, compartir temores o emociones son, en la mayoría de las
organizaciones, lujos que los ejecutivos ya no pueden darse. Esto deriva, como
señala Andrea Soto, sicóloga de Deloitte, en un efecto que, aunque menos
evidente, no es menos importante: la soledad.
Ante este panorama surge el coaching, una técnica que, a modo simple, se basa en
hacer preguntas y escuchar asertivamente para ayudar al individuo a descubrir
las herramientas que le sirvan para desarrollar y potenciar su desempeño. Así,
como forma de aprendizaje basada en el diálogo, el coaching es una poderosa
herramienta de cambio y transformación, cuyo objetivo final es optimizar el
desempeño para el logro de mejores resultados, tanto laborales como personales.
Empresas que están en proceso de crecimiento y desarrollo y que necesitan que
sus ejecutivos estén alineados con la estrategia de la organización, están
recurriendo al coaching en forma creciente. También cuando surgen problemas o
quiebres importantes; cuando un profesional necesita adquirir habilidades para
liderar equipos; cuando existen ejecutivos con dificultades para alcanzar las
metas a pesar de tener las capacidades técnicas; cuando existen dificultades
para la toma de decisiones, o para generar climas laborales gratos.
“Está comprobado que las empresas que ponen a disposición de sus ejecutivos
un programa de coaching, han visto importantes mejoras en la productividad
individual y por lo tanto de la empresa, un mayor compromiso con la organización
y una correcta alineación con la estrategia organizacional. Por eso esta
herramienta se está transformando en una creciente necesidad”, señala Andrea
Soto, gerente de Human Capital de Deloitte.
Otro excelente ejemplo de la utilidad de esta herramienta es cuando hay fusiones
o adquisiciones de empresas, donde se generan importantes roces entre los
ejecutivos y se hace difícil aunar criterios, integrar miradas disímiles y
culturas empresariales diversas. En estas situaciones, los líderes enfrentan el
enorme desafío de convertirse en los gestores de un importante cambio cultural,
situación en la que un Coach puede prestar una valiosa ayuda.
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Empleo y
elearning |
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domingo, 25 mayo 2014 |
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