Por Jose Esteban Rico Sogorb
Confieso que soy ávido y devorador lector de prensa diaria, mayormente la
digital a través de los boletines que recibo. Aun con matices, la casi práctica
totalidad de ellos han coincidido en algunos aspectos informativos al margen de
las líneas editoriales e ideológicas.
Por ejemplo: en que la del domingo 13-J en el Estado Español fue la más alta
abstención en la historia de las elecciones europeas, aunque los unos -mass
media "progresistas"- y los otros-medios conservadores- difieran en el
tratamiento de la noticia arrimándose el ascua cada cual a su sardina, sea PSOE
o PP.
La verdad que las formas en periodismo son determinantes. No es lo mismo decir
"el PSOE gana revalidando la mayoria aboluta del 14-M" que titular "los
socialistas ganan las elecciones por la minima con solo dos escaños de
diferencia sobre el PP que recupera terreno y acorta distancias". Aunque ahora
se hable de "empate técnico" por lo del escaño bailaba. La cosa cambia aunque
venga en el fondo a significar igual. En apariencia, argumentar "este mes hemos
dejado de ingresar X millones" o defender aquello de "hemos perdido este mes X
millones" deberían ser lo mismo.
Pero mire usted, ¿ a que le molesta mucho más que le suelten de sopetón "macho,
estas gordo" en vez de que le digan "hombre, estas menos delgado que antes,
tienes un ligero sobrepeso"? Pues ni la política ni el periodismo son ajenos a
estos "tratamientos de estilo" que con sus tecnicismos "disfrazan" en ocasiones
la mórbida y desgradable realidad a menudo dura y tajante.
Hablemos claro aunque sin palabras soeces y malsonantes, que la educación y lo
refinolis quedan muy bien a veces. Sin embargo, en otras, se debería actuar
clara y taxativamente. En las desgracias y en las guerras, por ejemplo. Al pan,
pan y al vino, vino. ¿A qué narices obedece la idea de usar formas como "daños
colaterales", "conflicto u hostilidad", etcétera cuando éstos no son más que
bombardeos mútuos, destrucción, ataques, guerra, muertes?
Pero también se pueden aplicar estas críticas al Deporte - y de éste el fútbol-
y a la prensa deportiva. En estos campos se producen similares situaciones. Todo
depende de la subjetividad con que trate la noticia el periodista. No es lo
mismo destacar en titulares "el entrenador tal abandona el equipo cual o dejará
de entrenar a... " que comentar "la directiva cesa al entrenador o el club tira
a la calle al míster". Menos aún seria considerar "Nos faltó Gol" como idéntico
de "perdimos el partido". Cuando se gana el comentario es "hemos ganado". Al
perder se suele decir "no pudimos remontar, tuvieron suerte, les regalamos el
partido, hicimos demasiadas concesiones, fuimos benevolentes", etc..etc..
Tanto la guerra como el fútbol fueron, son y serán siempre, guerra y fútbol, con
su trágicruenta magnitud y su realista naturaleza respectivamente. Sobran los
ornamentos estilísticos. Con ellos no se ganan o pierden las guerras, la paz y
los partidos. Lo peor es que muchos periodistas, futbolistas y polìticos lo
tratan todo a través del prisma óptico individual cada cual con un color
distinto de cristal, siendo para ellos, mera CUESTION DE ESTETICA.
email [email protected] |