Agencias y redacción - El Comité de Empresa denuncia que en la SGAE "se ha instalado un régimen de
terror en el que no hay compasión con el disidente", ya que el mensaje de "o
estás conmigo o contra mía se ha convertido en moneda de curso legal"
presionando "a los trabajadores que, en el legítimo uso de sus derechos, los
quieren ejercer".
Según la denuncia, la SGAE mantiene "jefes tóxicos" que " han ejercido
presiones brutales a trabajadores que han desembocado en profundas depresiones".
Una vez "destruidos psicológicamente", los empleados aceptan su baja como
"una salida liberadora".
El Comité de Empresa detalla en su comunicado que una trabajadora ha sido
despedida "de forma fulminante y sin previo aviso" porque "se negó a
cambiar su forma de vestir, demasiado atrevida según su jefe". A pesar de
que la SGAE pidió disculpas públicas, "comenzó el particular infierno para la
trabajadora". "Para colmo", agrega el comunicado, dicha empleada
testificó hace unos meses "a favor de un compañero que presentó una denuncia
por acoso; sólo han tenido que preparar un burdo motivo después de sufrir años
de acoso para despedirla".
Por todo ello, concluye el Comité de Empresa, "los socios y la opinión
pública deben conocer en qué condiciones estamos los trabajadores de la SGAE,
que hemos defendido, defendemos y defenderemos el Derecho de Autor porque
creemos en él".
La SGAE niega las acusaciones y muestra
su "sorpresa" por el "tono" en el que han sido formuladas.
La Dirección de la Sociedad General de Autores y Editores mostró
ayer "su asombro por el comunicado del
Comité de Empresa de Madrid: tanto por su mensaje como por los términos
empleados". "Tradicionalmente
ha habido entre el Comité de Empresa de Madrid, los delegados de personal y esta
Dirección unas relaciones pacíficas y un trato cordial. La sorpresa, pues, es
total ante las expresiones tales como “régimen de terror” y “jefes tóxicos” que
ejercen “brutales presiones sobre los trabajadores”, dice en
un comunicado que fue remitido a los medios de comunicación.
En este se puntualiza que el despido de esta empleada de Sevilla
fue "disciplinario" y relacionado con su trabajo, sin que tenga nada que ver con
los hechos anteriores a los que se refiere el Comité de Empresa de Madrid, que
mantiene las acusaciones.
Así, precisa que la dirección la envió una carta de disculpas "privada" por un
comentario realizado por su atuendo hace cuatro años. Posteriormente, esta
empleada testificó en un caso de "mobbing" (acoso en el trabajo) de otro
trabajador de la SGAE, que fue desestimado por los tribunales.
"La SGAE se vanagloria de tener un Convenio modélico con su
medio millar de empleados. Difícilmente se podría encontrar en este país, fuera
de la Administración Pública, una empresa en la que entre los empleados se
dieran tantos casos de jubilaciones tras cuarenta años de pertenencia a una
misma entidad. A título informativo, en el transcurso del año 2004 sólo ha
procedido a una sanción disciplinaria en su plantilla en Madrid", finaliza
el comunicado de la dirección de la SGAE |