En un discurso en la sede de filial brasileña de Hewlett Packard
(HP), el mandatario explicó que mejorar y ampliar el acceso de la población a la
tecnología es una de las metas "más queridas" de su gobierno.
Lula dijo que "expandir el mercado informático" nacional es, más
que un mero deseo, "una necesidad en este mundo más ágil, más exigente y cada
día más competente".
En Brasil, con 178 millones de habitantes, funcionan actualmente
alrededor de 22 millones de ordenadores personales, en uso doméstico o
corporativo, según cifras oficiales.
Según Lula, ese número podría crecer a mayor velocidad en la
medida en que se abaraten los equipos.
"Una política de inclusión digital es aquella en la que el
gobierno crea las condiciones necesarias para producir internamente o para
importar las máquinas más modernas posibles, con posibilidad de crédito para la
mayoría de la población", dijo el mandatario, un entusiasta defensor del
llamado "software libre".
En su visita a las instalaciones de HP, Lula se entrevistó con
la presidenta mundial de esa empresa, Carly Fiorina, quien le propuso al
jefe de Estado que vaya "un poco más allá" en sus planes para el sector.
Según Fiorina, el área de informática en Brasil se desarrollará
a un paso mucho más veloz si en vez de reducir los impuestos al sector, el
gobierno exonera las importaciones de los servicios y tecnología de la
información.
|