Según dicho estudio, la televisión se ha convertido en la
segunda influencia cultural dominante en el desarrollo infantil, en todo el
mundo, después de la escolarización. Los niños españoles permanecen 270 minutos
al día en el colegio, frente a los 218 minutos que ven la televisión.
España es el segundo país europeo -tras Gran Bretaña- en la
media diaria de visionado de este medio, que desplaza a actividades de carácter
social, pudiendo, en algunos casos, acaparar el contexto de la actividad
infantil.
Los niños que ven mucho la televisión desarrollan pautas de
acción menos interactivas socialmente. En España, las prácticas de control por
parte de los padres son muy escasas y suelen utilizar el ver o no la televisión
como premio o castigo. La familia es el factor mediador determinante en la
relación del niño con la televisión. |