Agencias - El sistema de búsqueda por la internet ideado en
un dormitorio universitario en 1998 ha convertido a sus dos creadores, seis años
después, en consagrados multimillonarios, gracias a la exitosa salida a Bolsa de
su empresa, Google.
Larry Page, hoy con 31 años, y Sergey Brin, de 30, ocuparon ayer triunfantes el
estrado del mercado tecnológico Nasdaq en Nueva York, para presenciar en directo
uno de los acontecimientos más importantes de sus vidas profesionales: el debut
en bolsa de su empresa.
Seis años antes, los dos compañeros de la universidad de Stanford idearon Google,
un sistema de búsqueda mucho más eficaz que los que había entonces y capaz de
rastrear en milésimas de segundo por millones de páginas web.
Con esta idea y un millón de dólares prestados, los dos jóvenes emprendedores
constituyeron una empresa en un garaje de Menlo Park, en el californiano Silicon
Valley.
Un año más tarde, la empresa contaba con ocho empleados y registraba medio
millón de búsquedas al día, lo que les animó a trasladar la sede a unas oficinas
algo más profesionales, en Palo Alto.
Ese mismo año, en 1999, los grandes fondos de capital de riesgo pusieron sus
ojos en la empresa y, con la financiación apropiada, le dieron el empujón
definitivo, que la ha convertido en el líder de las búsquedas en la internet,
con más de 6,000 millones de páginas listadas y presencia en multitud de países
y lenguas.
Empleados millonarios
Hoy en día, Google cuenta con 2,500 empleados, la mayor parte de ellos
accionistas de la compañía, y por tanto, ahora millonarios también con la fuerte
revalorización que han registrado sus acciones.
Para salir a bolsa, los accionistas de la empresa decidieron abrir el capital al
público y vendieron 19.6 millones de títulos, de los que 5.5 millones salieron
de sus manos y 14.1 fueron de nueva emisión.
Las acciones, tras un accidentado proceso, se pusieron a la venta a 85 dólares,
si bien cuando comenzaron a cotizar ayer en Bolsa alcanzaron rápidamente el
nivel de los cien dólares.
Ello supone que la empresa tiene, hoy en día, un valor de 28,000 millones de
dólares, por encima de empresas similares en la internet, como Amazon, o de
gigantes como General Motors.
Con las acciones a cien dólares, se calcula que los dos fundadores tienen en la
actualidad una participación en la empresa de 3,900 millones de dólares cada
uno.
Con estas cifras, los dos emprendedores avanzan bastantes puestos en la lista de
los “milmillonarios” de la revista Forbes que, en su última edición. los
colocaba en el puesto 552 con una fortuna calculada de sólo 1,000 millones de
dólares.
Mientras, el directivo Eric E. Schmidt, que fue contratado en 2001 para asumir
las funciones de consejero delegado, atesoraría en la actualidad acciones por
importe de 1,500 millones de dólares.
Además, se calcula que cerca de un millar de los 2,500 empleados de la empresa
se han hecho de una fortuna gracias a la revalorización de las acciones que
recibieron como complemento a sus salarios.
De ellos, entre 700 y 800 podrían tener en su cartera más de dos millones de
dólares, según cálculos de The New York Times.
El debut de Google ha traído a la memoria de los operadores imágenes de mediados
de los años 90, cuando en plena euforia tecnológica se multiplicaban las salidas
a bolsa de empresas de la internet, muchas de las cuales ya no existen.
La empresa ha tenido que hacer ciertas concesiones para asegurar el éxito en su
salida a bolsa, entre ellas cerrar un pleito con Yahoo, reducir sensiblemente el
volumen de acciones reservadas para la venta y, sobre todo, aplicar un severo
recorte al precio estimado, que inicialmente iba a estar entre 108 y 135
dólares.
Sin embargo, como dicen varios analistas, no deja de ser cierto que Google logró
brillar con luz propia en un mercado absolutamente bajista, casi en mínimos
anuales, y con unos inversionistas escaldados por la reciente crisis de las
llamadas “punto com”.
|