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El "Solemar", que ya navega en las aguas del puerto de
Palma, ha sido proyectado por el Centro Tecnológico Electrosolar y
construido por el astillero Seacleaner Trawler, ubicado en Marratxí
(Islas Baleares) y dedicado a la lucha contra la contaminación marina.
Su presidenta, Soledad González, presentó hoy junto con Balaguer y Gómez esta
embarcación de 10 metros de eslora y 3,50 metros de manga que tiene una
estructura estilo catamarán.
La nave tiene capacidad para 28 pasajeros sentados bajo la sombra de paneles
solares de última generación instalados en el techo, y alcanza una velocidad
máxima de 6 nudos y de crucero de 4 nudos con viento fuerza 3/4.
Dispone de dos bancos de baterías que le dan una autonomía, sin sol, de 10 horas
a 4 nudos y de 30 horas a 2 nudos, gracias a dos motores de 2,4 kilowatios de
óptima relación peso-potencia.
González destacó que este barco, ideado para su navegación en aguas internas, en
zonas de alto valor ecológico, no contamina con petróleo, ni con CO2.
Entre sus características técnicas, este novedoso barco cuenta con dos cascos
insumergibles, con unos bordes de ataque de sólo 7 grados que permiten la
penetración en el agua sin crear olas.
Considerado como "una modesta contribución al medio ambiente" por González, el "Solemar"
evitará durante una vida útil de 25 años el consumo de un millón de litros de
gasóleo y habrá dejado de emitir a la atmósfera 7.140 TM de CO2, como haría un
barco convencional.
La presidenta del Centro Tecnológico subrayó los motivos por los cuales se ha
creado esta embarcación: por un lado, la actual crisis del petróleo y, por otro,
el cuidado y la conservación del entorno natural.
En este sentido, el "Solemar" se utilizará, en primer lugar, como barco de
enseñanza en las aguas del puerto de Palma, realizando sesiones de
concienciación sobre el cuidado del medio ambiente.
El futuro inmediato del proyecto, aclaró González, será la creación de otra
embarcación con una capacidad para 50 personas y la realización de las travesías
Palma-Cabrera y Palma-Valencia.
Seacleaner Trawler, agregó Gómez, construirá tres barcos al año de este
prototipo, del cual se espera que en unos tres años y tras mejorar el
rendimiento de los paneles solares pueda salir a mar abierto sin dificultades,
si bien consideró que está preparado para afrontar las dos primera travesías.
El ingeniero esperó que, gracias a la tecnología, se multiplique la potencia de
las placas más adelante, lo cual supondría que la embarcación pueda cargar con
mercancías en un futuro.
El desarrollo del barco, cuyo precio en el mercado es de unos 180.000 euros, ha
durado un año y se ha realizado con materiales convencionales que faciliten su
construcción en Baleares.
El mayor reto en su creación ha sido su diseño de formas, explicó Balaguer, una
cuestión que ha dado resultados muy positivos ya que su eficiencia finalmente
"ha superado las expectativas" previstas.
El "Solemar", que pesa 3,5 toneladas vacío y 6 toneladas con pasajeros, arranca
con la potencia de una batidora, aseguró Gómez, y consume "mucho menos de lo
esperado gracias a su forma, lo cual le da mucha autonomía".
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