Agencias - Es la pesadilla de los intrusos electrónicos a
la vez que el sueño de los banqueros y los espías: una red de computadoras tan
segura que aun los más sencillos intentos por escudriñar su información
interrumpe el flujo de datos y alerta a los administradores.
El sistema creado por investigadores de las universidades de Harvard y Boston y
la firma BBN Technologies es lo más cercano a un sistema cuántico de
codificación que utiliza partículas de luz -fotones- para abrir y cerrar
informaciones en vez de "claves" con largas series aleatorias de números.
Con la nueva tecnología los científicos pueden intercambiar información, enviar
mensajes electrónicos y visitarse mutuamente sus páginas de internet con
seguridad.
Los investigadores todavía están explorando sus aplicaciones prácticas, aunque
algunos creen que en el futuro podría reemplazar el sistema de codificación
utilizado actualmente para proteger el tráfico en la internet, las informaciones
financieras y las comunicaciones gubernamentales.
"Es realmente una tecnología del futuro", dijo el científico de Harvard
John Myers. !Sus aplicaciones serán muy parecidas a las del láser y el
transistor en el sentido de que la gente al principio no podía imaginar todas
sus posibles aplicaciones y usos".
La criptografía cuántica depende de un descubrimiento definitorio en la física:
el hecho de que las partículas subatómicas pueden existir en estados múltiples
simultáneamente hasta el momento en que algo interactúa con ellas. Por eso, aun
la mera observación de los fotones utilizados en la codificación los cambia y
arruina los códigos.
El proyecto, financiado con unos 4 millones de dólares de la Agencia de
Proyectos de Investigación Avanzada para la Defensa, del Pentágono, no es el
único dedicado a desarrollar un sistema práctico de criptografía cuántica.
Una empresa con sede en Nueva York, MagiQ Technologies, ha empezado a vender
unidades para uso comercial, mientras que un grupo en Europa concretó
recientemente la primera transacción bancaria con codificación cuántica.
Pero se supone que la red de Boston -todavía limitada a sus tres sedes- es el
primer sistema integrado a la internet que funciona ininterrumpidamente entre
distintos puntos distantes entre sí.
BBN, la compañía que creó la red antecesora de la internet, llamada ARPANET, ha
estado transmitiendo claves cuánticas desde hace dos años. Harvard se conectó
con la red BBN en mayo, y la Universidad de Boston en junio.
La codificación cuántica tiene sus raíces en el sistema empleado por los espías
en la Segunda Guerra Mundial. Eran series idénticas de números al azar, cada
página con una clave diferente para codificar y descodificar mensajes. El código
sólo se podía descifrar si el receptor tenía la misma página que el emisor.
En la red cuántica, un láser separa fotones individuales y los envía a un
dispositivo llamado modulador. Éste los canaliza a otros
nódulos de la red en cable de fibra óptica. Los fotones son codificados
enviándolos a distintos intervalos: uno más largo indica una unidad mínima de
información, y uno más breve indica una unidad diferente.
El receptor cuenta con otro dispositivo que acepta los protones y reconoce cómo
están modulados. Si la secuencia coincide con la enviada originalmente, las
claves se almacenan y se emplean para descodificar las informaciones enviadas
por medios convencionales entre distintos nódulos de la red, como ocurre en la
internet.
Si alguien atisba los fotones, como por ejemplo con un fotodetector para leer el
código, los perturba, inutiliza los códigos y alerta a la red sobre el intento.
Los investigadores de Boston se reúnen semanalmente en BBN cerca de donde un par
de receptores y transmisores están sobre dos mesas en un laboratorio, conectados
entre sí con cables que penden del cielo raso.
El grupo ya cuenta con la colaboración de un grupo de intrusos electrónicos que
trata de infiltrarse en el sistema.
Myers, el científico de Harvard, dijo que la investigación abarca "muchos
aspectos gratos para los físicos", pero que es prematuro para saber cómo
resultará. Dijo que a la larga podría tener aplicación comercial, pero que por
el momento el costo y la complejidad probablemente lo limitará a organizaciones
pudientes como los gobiernos.
Si los científicos llegan a desarrollar una supercomputadora cuántica, los
intrusos podrían usarla para descifrar fácilmente las codificaciones actuales,
dijo Carl Williams, físico del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología,
que está efectuando su propia investigación sobre criptografía cuántica de alta
velocidad.
Teóricamente, las computadoras cuánticas podrían llegar a ser algún día tan
comunes como las computadoras de escritorio hoy día.
Y el científico Chip Elliott, de BBN, dijo que no existen barreras técnicas para
el uso generalizado de la criptografía cuántica.
Considera que sólo es cuestión de tiempo.
"Esto es lo que sueña todo adolescente: mensajes instantáneos protegidos por
criptografía cuántica", dijo. "No se lo digan a mi hija...". |