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Agencias .- La primera jornada de la vista oral sobre el
recurso de Microsoft contra las medidas antimonopolio que le ha impuesto la
Comisión Europea, estuvo marcada por las diferencias de las partes en torno a
los detalles técnicos de la decisión y su consiguientes consecuencias prácticas.
Para el equipo de abogados y expertos de Microsoft, que dobló en número al de la
CE, la medida permitiría a las compañías competidoras "imitar" los programas del
gigante informático.
Los representantes del Ejecutivo comunitario se esforzaron en cambio en
demostrar que se trata sólo de animar la competencia en los sectores dominados
por la empresa de Bill Gates.
La vista oral forma parte del proceso preliminar en el que el presidente del
Tribunal de Primera Instancia de la UE, Bo Vesterdorf tiene que decidir si las
medidas comunitarias deben suspenderse cautelarmente hasta que la justicia
europea dirima el recurso presentado por Microsoft contra el conjunto de la
decisión comunitaria.
La primera jornada estuvo dedicada a una de las dos partes de la decisión: la
obligación de que Microsoft difunda entre sus rivales los códigos necesarios
para que los programas para redes de ordenadores de éstas dialoguen con el
sistema operativo Windows.
El jefe de abogados de Microsoft Ian Forrester, sostuvo que la difusión
de los códigos causaría daños "graves e irreparables" a la compañía -"Supongamos
que Microsoft deviene impopular. Entonces otros triunfarán con su tecnología",
dijo- y desincentivará a las empresas de vanguardia.
"Sin propiedad intelectual no habrá innovación de productos", advirtió.
Por su parte, el abogado principal de la CE, Wallter Moells, subrayó de
"casi monopolio" la posición de Microsoft en el mercado de los servidores.
Y puntualizó que la compañía de EEUU sí compartía la información de
interoperabilidad durante los años 90, pero que dejó de hacerlo a partir del
programa Windows 2000, lo que impidió la consolidación de servidores
alternativos en el mercado.
"Estos hechos demuestran por sí mismos que la información para la
interoperabilidad es indispensable para que los rivales puedan competir
significativamente", consideró el letrado.
El juez Vesterdorf intentó aclarar el alcance exacto de la medida durante el
turno de preguntas a las partes, pero las explicaciones técnicas llegaban a
conclusiones divergentes en función de que respondiesen los expertos de la
compañía de Bill Gates o los del regulador comunitario.
Así las cosas, uno de los momentos más intensos se produjo cuando el jefe de
la unidad antimonopolio de la Comisión Europea, Cecilio Madero,
declaró que Microsoft se había mostrado dispuesta a aceptar "más" de lo
que el regulador comunitario le exige ahora en las frustradas negociaciones
previas a la sanción comunitaria.
"Sería fácil para nosotros demostrar que en materia de difusión (de códigos
del sistema operativo Windows), estaban dispuestos a darnos más de lo que hoy
les exigimos", dijo Madero.
La intervención de Madero suscitó la replica del consejero y jefe del
departamento legal de la multinacional, Brad Smith, quien reconoció que
la compañía llegó a aceptar en las conversaciones con Bruselas "ciertos
detalles", pero precisó que no llegó a formalizar el acuerdo ante la
ausencia de "salvaguardas".
"Lo más importante para nosotros era que el acuerdo con la Comisión incluyese
salvaguardas cruciales para proteger nuestros derechos de propiedad intelectual
y la seguridad de las redes de computadoras de nuestros clientes. Y no obtuvimos
tales salvaguardas", explicó Smith.
Para decidir si suspende cautelarmente las medidas, Vesterdorf debe evaluar la
existencia o no de argumentos "prima facie" (a primera vista) contra la decisión
comunitaria; el riesgo de daños graves e irreparables; y el equilibrio entre el
interés general y el de las partes afectadas.
El juez no tiene fecha para decidir, pero fuentes comunitarias aguardan su
dictamen en un plazo de "entre cuatro y ocho semanas"
Al final de la sesión, Smith declaró a la prensa que el intercambio de
argumentos demuestra "la debilidad fundamental" de los argumentos de la
Comisión en el ámbito de la interoperabilidad entre servidores de redes.
La portavoz de Competencia de la CE, Amelia Torres, consideró sin embargo que
"Microsoft no ha sido capaz de demostrar por qué la aplicación de las medidas le
causarían un daño irreparable".
La jornada de hoy viernes estará dedicada a la otra medida decretada por la CE:
la desvinculación entre Windows y el reproductor multimedia Media Player.
La decisión comunitaria incluye además una sanción económica de 497,2 millones
de euros por abuso de posición dominante, ya abonada por Microsoft en una cuenta
que permanecerá cerrada hasta el fin del proceso de fondo.
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