(El Confidencial Digital) Aunque en las fotos no se ven los 52 volúmenes de los Presupuestos, repartidos en 18.577 páginas y con un peso de 49,88 kilos. El ministro sólo muestra el CD que incluye tamaña documentación y que por una arbitraria, indiscriminada, injusta e ilegal interpretación de la Ley de Propiedad Intelectual, diversas sociedades de gestión de los derechos de autor, con la SGAE a la cabeza, han cobrado un canon de más del 30% del valor de ese soporte, por compensación al derecho de los ciudadanos a la copia privada.

El ministro que en esta ocasión tiene la responsabilidad de hacernos las cuentas para el próximo año, no cobrará derechos de autor por su obra, y es razonable suponer que no ha utilizado el soporte CD que nos muestra, para copiar obras de artistas, músicos, editores, cantantes, guionistas, directores o literatos. Aún así, ha tenido que pagar el canon impuesto por las sociedades de autores por hacer sus deberes y por ende todos los españoles.

Como todos los españoles usuarios de soporte CDS y DVDS, el ministro, y ahora todos nuestros representantes en el Parlamento, abonaran a la SGAE un canon cuando hagan sus copias de los Presupuestos Generales del Estado.

Como los jueces, abogados y procuradores cuando graban los juicios, los responsables de seguridad informática cuando guardan sus sistemas, o cualquier ciudadano cuando graba sus fotografías digitales, o los documentalistas cuando copian sus archivos, o los publicistas cuando presentan sus campañas… y tantos otros colectivos socio-profesionales usuarios de esos soportes digitales.

El ministro ha presentado los presupuestos en un CD y las sociedades de derechos de autor estarán de enhorabuena, porque gracias a la permisividad de él y de sus compañeros de gabinete, van ser las primeras beneficiarías de los Presupuestos Generales del Estado, sin que las partidas devengadas por tan laxo concepto estén incluidas en tan magna contabilidad.

El ministro nos muestra en la foto un CD bajo sospecha, porque nos habrá hecho pagar a todos los españoles un canon compensatorio por nada.