La feria SMAU, de cinco días de duración, recoge productos
que van desde la ingeniería genética hasta los juegos de ordenadores, pero este
año muchos de los objetos mostrados estaban relacionados con la seguridad debido
a un aumento del miedo a sufrir crímenes o ataques.
"Hay muchos productos en el área de la defensa y de la protección de datos.
Son desarrollos vinculados al aumento del crimen común", dijo Solly Cohen,
organizador de la SMAU.
La suplantación de la identidad -creando facturas falsas o cometiendo crímenes
en nombre de otras personas- es un crimen que está aumentando, con Estados
Unidos recogiendo 215.000 demandas de consumidores en 2003, un 33 por ciento más
que el año pasado.
Y con el rápido desarrollo de Internet como herramienta para planear ataques de
extremistas haciendo uso de los chat y de los mensajes por correo electrónico,
la seguridad de los datos y de los ordenadores es lo más importante.
Para controlar el acceso a los ordenadores en sectores sensibles como los bancos
y las aseguradoras, la empresa taiwanesa Digent mostró un ratón con sensores de
huellas dactilares que reemplazaría a la actual clave de acceso. La compañía
austriaca Ekey exhibió un cerrojo que se abre sólo cuando el propietario desliza
su dedo por una pequeña pantalla, de esta manera no deja huellas que puedan ser
copiadas por un ladrón.
Uno de los expositores más populares fue el de una compañía procedente de la
pequeña ciudad de San Marino que enseñaba a la gente cómo espiar.
Global System ofrece a los clientes microtransmisores en relojes, gorras y
teléfonos.
"Algunos de estos productos, como las llaves y los transmisores, están
prohibidos en Italia debido a las normativas de privacidad", dijo una
portavoz. "Pero pueden venderse en San Marino". |